Cebrián señala que los gobiernos son «el principal enemigo de la libertad de prensa»
En una entrevista a El Mercurio de Chile, el periodista denuncia que «Sánchez ha desviado el camino del PSOE» y está implantando «una política clientelista al estilo del peronismo argentino»
Actualizada 18:31
Corren malos tiempos para la libertad de prensa desde que Pedro Sánchez anunciara el pasado lunes 29 de abril «un punto y aparte» en su concepción de los medios de comunicación y de la Justicia en España. Tras declararse víctima de lawfare, ha puesto ahora su punto de mira en aquellas publicaciones que han denunciado los manejos comerciales de su mujer.
En ese sentido, cada vez más asociaciones de periodistas y voces reputadas dentro del sector han alertado sobre este afán intervencionista. El último, Juan Luis Cebrián, exdirector de El País, quien ha señalado en una entrevista a El Mercurio de Chile que los gobiernos «son el principal enemigo de la libertad de prensa» al tiempo que alerta de la deriva peronista del PSOE de Sánchez.
«Mis artículos se publicaban casi semanalmente y tenían buena audiencia», apunta sobre los motivos de su salida del histórico diario. «Sin embargo, en muchos de ellos mantuve una línea muy crítica al gobierno de Sánchez. (...) Pienso que Sánchez ha desviado el camino del PSOE. Ya no es un partido socialdemócrata europeo y moderno como lo había construido Felipe González. Sánchez ha implementado una política clientelista muy similar al peronismo argentino, y eso afecta a todo el conjunto de la sociedad».
«Hay que tener en cuenta que los partidos socialistas están desapareciendo en casi toda Europa», señala en otro punto de la entrevista. «La polarización que existe hoy en el mundo es lo que ha hecho que la socialdemocracia se deslice hacia posiciones más extremistas», valora.
Muchas de las fake news son generadas por los gobiernos, precisamente, para manipularJuan Luis Cebrián
Sobre una eventual ley de prensa impulsada desde el Gobierno (una posibilidad que toma cada vez más fuerza), Cebrián se muestra cauteloso:
«No creo en leyes o políticas exclusivamente dirigidas a controlar, regular y a evitar los excesos, las mentiras o las injurias en los medios de comunicación», apunta. «Las leyes ordinarias, penales, civiles, de todo género, son suficientes para regularlas si están bien hechas. En segundo lugar, yo no creo que a los gobiernos les corresponda directamente hacer nada para proteger la verdad, porque además no son creíbles. Muchas de las fake news son generadas por los gobiernos, precisamente, para manipular».
Para el director de periódicos, el peligro no está tanto en los medios en sí como en otros sectores. Cree que los parlamentos deben aplicarse para regular la actividad de las grandes tecnológicas, la responsabilidad de las plataformas digitales. «Ahí están los problemas y las urgencias», señala. «La libertad de expresión es un derecho de los individuos, de las personas, y lo que necesita es estar protegida, no estar controlada ni orientada por el poder político».