El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, durante un mitin del PSC

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, durante un mitin del PSC

Cataluña

Collboni tendrá presupuestos este jueves y encarará la ampliación del gobierno municipal con ERC

Las cuentas municipales se aprobarán automáticamente al no haber un candidato alternativo

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ya dispondrá a partir de este jueves de uno de los mayores presupuestos de la historia, con 3.807 millones de euros. Las cuentas municipales se aprobarán automáticamente después de que la oposición no haya presentado un candidato alternativo, y la pasada medianoche ha finalizado el plazo para ello.
Esta situación, recordemos, viene del 27 de marzo. Entonces, el alcalde perdió la cuestión de confianza en una sesión extraordinaria, al contar solo con el apoyo de sus concejales, diez, y de los cinco de ERC. El resto de la oposición sumó sus votos, lo que a la postre solo ha servido para que aquella sesión se convirtiera en una suerte de reprobación.
Y es que no ha habido ni un solo movimiento, ni una sola reunión para intentar conseguir ese candidato alternativo. Desde luego, las opciones no eran fáciles, puesto que tenían que ponerse de acuerdo proyectos tan antagónicos como el de Junts y Xavier Trias y el de Barcelona en Comú, que lidera la exalcaldesa Ada Colau. Partidos que, han dejado claro, no van a apoyarse mutuamente.
Pero aquella sesión también sirvió para evidenciar que las relaciones entre comunes y socialistas no pasan por su mejor momento. El PSC y sus ahora socios de ERC, reprocharon a Colau que pusiera por delante los cargos a unos presupuestos de izquierdas. Incluso Jaume Collboni llegó a calificar a la exalcaldesa de irresponsable. A su vez, Ada Colau aseguraba que los socialistas no habían mostrado predisposición alguna a llegar a acuerdos más en profundidad cuando ellos ya habían dado varios votos de confianza al actual alcalde, como lo fue su investidura y la tramitación de las cuentas.
Lo cierto es que Jaume Collboni ha demostrado no tener ningún problema en pactar o en aceptar los votos de quien haga falta. Logró ser investido alcalde in extremis, gracias, efectivamente, a los votos de los comunes y del Partido Popular, que eligió como «mal menor» que Barcelona tuviera un alcalde socialista a uno independentista.
Los comunes pensaban que, con esta jugada podrían acabar en el gobierno municipal y seguir tocando poder, pero Jaume Collboni se ha estado resistiendo, quizás porque no acaba de ver claro lo de volver a gobernar con Colau, o quizás también por intereses de partido. Es decir, gobernar con la mirada puesta en el Congreso, pero también en la Generalitat.
El alcalde de Barcelona, lo que sí anunció tras perder la cuestión de confianza, es que ampliaría el gobierno municipal. Todo queda encarrilado para que sea con ERC, formación con la que ya contó para los presupuestos municipales. Desde luego, con este pacto no se llega a la mayoría absoluta necesaria, pero a partir de ahí, podrá jugar con comunes para aprobar medidas de izquierdas; o con Junts, por la vertiente «nacional».
Desde Junts no acaban tampoco de tirar la toalla. Y siguen presionando. Xavier Trias, en el último pleno municipal, decía que Collboni está «solo», y así lo demuestra el hecho de que haya sido «incapaz de construir una mayoría estable: ni presupuesto, ni ordenanzas, ni Plan de Acción Municipal. Diez meses de incapacidad para negociar y llegar a acuerdos». Eso sí, Trias considera que Collboni ha llegado así, a estas alturas de la legislatura, por «tacticismo» y por estar pendiente de los intereses de su partido. Por este motivo, insistió en que la ciudad necesita un gobierno «fuerte» y pedía al alcalde: «Señor Collboni, usted tiene que tomar decisiones, no vale esconder la cabeza debajo del ala».
También presionaba Barcelona en Comú por la izquierda: «lo que debe hacer este gobierno es salir de la rutina, de la ambigüedad y responder a lo que pide la ciudadanía, que es un gobierno de progreso, fuerte y estable», aseguraba la portavoz de los comunes, Janet Sanz. No hay que perder de vista que desde un primer momento los comunes siempre han apostado por un tripartito de izquierdas.
Mientras tanto, y durante esos meses, el gobierno de Collboni se ha dedicado a promocionar aquellas cuestiones que no requieren del apoyo de otros grupos, como el llamado «Plan Endreça», que implicaba más recursos en limpieza, por ejemplo. Las cuestiones más complicadas, más espinosas, se dejan para más adelante, cuando se aclare el panorama político, especialmente tras las elecciones catalanas.
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