La emoción presidió la despedida de Nadal del Mutua Madrid Open
Rafa Nadal vivió en la noche del martes una jornada histórica y emocionante a partes iguales. El tenista jugó por última vez en el Mutua Madrid Open tras caer en octavos de final ante el checo Jiří Lehečka por 5-7 y 4-6. Una vez finalizó el encuentro, el de Manacor recibió una gran ovación por parte del público que, durante más de cuatro minutos, no dejó de aplaudir en un homenaje para agradecerle el importante legado que ha dejado en el deporte.
A escasos metros de la pista central Manolo Santana, su madre, Ana María Parera, se mostró muy emocionada, al igual que Maribel Nadal, que no pudo contener las lágrimas que secó con sus propias manos. No faltó a la importante cita Mery Perelló, que también dejó ver el orgullo que siente por su marido. Fue con el último punto del partido, que dio la victoria a Lehečka, cuando la grada se puso inmediatamente en pie. Además, se desplegaron cinco grandes lonas, cada una con una foto del tenista levantando el trofeo del Mutua Madrid Open.
Fue un día para recordar para Rafa Nadal que, además, recibió un trofeo conmemorativo de manos de Feliciano López, director del torneo y amigo personal. «Era una broma, el año que viene vuelvo», comenzó diciendo el deportista con humor. «Solo puedo agradecer a todos los que me han ayudado a lo largo de esta carrera. Aunque no se haya terminado, aquí en Madrid, sí es la última vez que vaya a estar. Ha sido un regalo el que me habéis hecho durante estos 21 año y es quizá más importante que algún Grand Slam que he ganado (…)», añadió.
También asistieron al último partido de Rafa Nadal en España, Isabel Díaz Ayuso, que siguió con atención los pasos del tenista. Ataviada con una blusa camel, blazer estructurada y pantalón oscuro, la presidenta de la Comunidad de Madrid estuvo acompañada por José Luis Martínez-Almeida y su mujer, Teresa Urquijo.
De hecho, el alcalde de Madrid y la nieta de Teresa de Borbón-Dos Sicilias se mostraron muy cómplices durante este encuentro deportivo. Ya sentados en sus respectivas localidades, además de disfrutar del partido, demostraron el amor que se profesan y Almeida no dudó en abrazar a su esposa.
Fue el pasado 6 de abril, cuando se dieron el ‘sí, quiero’ en la bautizada como boda del año. El enlace reunió a la alta sociedad, a distintas personalidades, así como miembros de la Familia Real y de la familia de Su Majestad el Rey. Primero tanto los novios como el resto de los asistentes se desplazaron hasta la madrileña iglesia de San Francisco y, tras el rito religioso, se reunieron en el festejo posterior en la finca El Canto de la Cruz, ubicada en la localidad madrileña de Colmenar Viejo, propiedad de los abuelos maternos de la novia, los marqueses de Laserna.
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