A falta de sensores, bueno es este sistema
Práctico
El truco turco para aparcar de oído sin tocar otros coches
Aparcar es habitualmente la maniobra a la que más tiempo dedican los conductores cada día, pese a ello algunos no acaban de aprender a hacerla
De acuerdo con una estadística española, cada español dedica al día buscar aparcamiento y estacionar en torno a los 16 minutos, una maniobra que realizamos entre dos y seis veces cada jornada y que está entre la más complicadas para los conductores.
Lo que en España se conoce como aparcar de oído no sólo es malo para los vehículos, pues lo habitual es marcar los paragolpes de ambos coches, sino que además el Reglamento General de Conductores lo considera como una infracción que se sanciona con una multa que puede ir de los 80 a los 200 euros.
¿Sensores de proximidad?
La aparición de los sensores de proximidad debería haber terminado con esta fea costumbre, pero la realidad es que aún muchos conductores la practican, de hecho ignoran los pitidos de los sensores de aparcamiento y apuran la maniobra hasta tocar el otro coche, con la intención de agilizar el estacionamiento.
Los sensores de aparcamiento no han acabado con esta costumbre
Este vídeo que vuela por redes sociales explica el divertido método que deberían usar todos aquellos conductores que tienen problemas para aparcar y acaban rozando otros vehículos.
El método definitivo
En este caso el procedimiento consiste en poner una botella llena de agua en el paragolpes delantero y otra en el trasero, ambas comunicadas con el habitáculo mediante un conducto por el que pasa el líquido elemento.
La botella en la parte trasera del coche
Así cuando tocamos otro coche y aceleramos la presión de la deformación de la botella llevará el agua al habitáculo del coche, donde lo más recomendable es colocar un vaso que vaya llenándose progresivamente.
El vaso de agua llenándose
Un método tan divertido como funcional para conseguir que alguien cambie su costumbre de aparcar de oído.
Conviene también recordar que si mientras aparcamos de oído estropeamos o marcamos el paragolpes de otro coche estamos obligados a dar un parte a nuestro seguro para que arregle los daños del coche contrario, con la consiguiente subida de cuota.
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