El estado en que quedó el Ferrari Portofino
Siniestra un Ferrari de 250.000 euros en Neptuno y sale a la luz quién es el verdadero dueño
Se trata del segundo accidente de características similares que ocurre en Madrid este año, en ambos el alcohol ha sido protagonista
El Portofino es uno de los Ferrari más económicos de la gama, pero sí, es un Ferrari de pura cepa. Un superdeportivo que nació como un descapotable de cuatro plazas, 2+2. Entre sus principales características está tener techo duro, lo que significa que si lo capotas es un coche cerrado convencional tipo coupé.
Este vehículo tiene un motor de 600 caballos, gasta casi 12 litros a los 100 kilómetros, con una velocidad máxima de 320 kilómetros a la hora y una aceleración de 0 a 100 kilómetros/hora de 3,5 segundos. Puede que no sea el Ferrari más rápido de la gama pero sí es uno de los más espectaculares, con un precio en torno a los 250.000 euros.
Un cuarto de millón de euros
La marca permite personalizar cada detalle de este modelo, con una veintena de colores de carrocería, incluido un rojo exclusivo para este coche, y una decena de llantas diferentes, lo que permite configurar un coche a la carta y al gusto del consumidor.
Estado del coche tras el accidente
Este espectacular vehículo fue protagonista de una verdadera película con final de tragicomedia la pasada noche en Madrid, cuando el vehículo chocaba a gran velocidad contra una de las vallas de protección del Paseo de Recoletos, junto a la Plaza de Neptuno, quedando en dirección contraria.
Muy borrachos
Tras el accidente se presentó una patrulla de la Policía Municipal para levantar un atestado sobre lo sucedido, tanto el supuesto conductor como su acompañante, una mujer de 40 años, dieron positivo en una prueba de alcoholemia que les realizaron los agentes, en concreto el test arrojó un resultado de 0,50 y 0,51 miligramos por litro de aire expirado.
Pero las piezas no encajaban en el rompecabezas, pues tal y como confirmó un testigo presencial del accidente fue la mujer la que se bajó del deportivo por la puerta del conductor, por lo que era la conductora real. Un extremo que la policía municipal confirmaría posteriormente en una grabación recogida por las cámaras del Banco de España.
Lugar del accidente y la barandilla protagonista
En paralelo hizo acto de aparición el verdadero propietario del Portofino, el jugador del Alcorcón Dyego Wilverson Ferreira Sousa de 34 años de edad, al que se relaciona sentimentalmente con la mujer accidentada.
Al desguace
El Ferrari presenta daños importantes en la parte frontal, incluido el eje delantero, por lo que podría tratarse de un siniestro total, tal y como indicaron los servicios de la grúa que se hicieron cargo del vehículo, que actualmente descansa en el depósito municipal hasta donde lo envió la Policía.
Imagen del futbolista propietario del vehículos
El caso ha entrado directamente por vía judicial, y a lo largo del mes de mayo la mujer tendrá que declarar antes el juez en un juicio rápido en el que podría hacer frente a una segura retirada de carnet, una sanción de 1.000 euros por conducir ebria y la retirada de 6 puntos del carnet de conducir.
Quién paga la barandilla
En materia económica tendrá que hacer frente a la reparación de la barandilla destrozada y a los daños del coche, pues es más que seguro que al ir borracha el seguro no se haga cargo de nada.
Ferrari y el paseo de la Castellana parecen tener imán para los accidentes en la noche madrileña puede que les confunda, pues hace tan sólo unos meses un joven empresario siniestraba un 488 GTB valorado en 300.000 euros en las proximidades del Estadio Santiago Bernabeu cuando a altísima velocidad.
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