hombre tocandose los ojos

Salud

Las razones por las que nunca deberías rascarte los ojos: los problemas que puede causar

Rascarse los ojos puede ser perjudicial a largo plazo

Frotarse los ojos es una acción muy común, tanto, que la mayoría de personas la hacen inconscientemente. Suele ser más común cuando alguien tiene sueño, poco tiempo después de despertar, en situaciones de estrés, o cuando simplemente se siente sensación de escozor o picazón en los ojos.
Asimismo, suele ser usual que la gente se rasque los ojos después de pasar muchas horas frente al ordenador. Con el aumento en el uso de la tecnología, cada vez son más las personas que presentan sequedad e irritación ocular, ya que al estar frente a tantas pantallas se reduce la frecuencia con la que parpadeamos, el ojo no se lubrica como debería y nos pican los ojos.
Las personas que padecen síndrome del ojo seco también son muy propensas a rascarse los ojos. Esta es una enfermedad que sufren alrededor de 5 millones de personas en España y ocasiona que los ojos no produzcan suficientes lágrimas para mantenerse hidratados, por lo que puede causar irritación, sequedad, visión alterada, entre otras cosas.
Como se dijo anteriormente, frotarse los ojos es una acción bastante común para intentar aliviar el malestar, el picazón, o remover cualquiera objeto extraño que se haya introducido en nuestro ojo. Pero, en realidad, ¿cuál es la razón por la que esto causa alivio? Y si funciona, ¿por qué es perjudicial?
Por un lado, frotarse los ojos estimula la producción de lágrimas, las cuales lubrican e hidratan el ojo al mismo tiempo que lo limpian. Por ello, las lágrimas son tan importantes, ayudan a controlar los picores, la sequedad, la irritación y mucho más.
Por otra parte, ejercer presión sobre los globos oculares provoca que se reduzca la frecuencia cardiaca. Esta respuesta del cuerpo se llama reflejo óculo-cardiaca y por ello nos ayuda también a sentirnos más relajados luego de frotarnos los ojos.
A pesar de que, en efecto, frotarse los ojos tiene efectos positivos, estos no son más que efímeros y, en cambio, sus consecuencias negativas largo plazo pueden ocasionarnos muchos problemas. Algunos de los riesgos que señalan los doctores y especialistas son los siguientes:

Introducir bacterias al ojo

Frotarse los ojos es un acto que hace que nuestros dedos entren de alguna manera en contacto con nuestros ojos. Las manos, por más que las lavemos, siempre están llenas de bacterias. Tener estas bacterias en las manos no es un problema mayor, pero tenerlas en los ojos sí. Los ojos son órganos increíblemente delicados y sensibles, por ello el cuidado que hay que tener es mucho más preciso que con otras partes del cuerpo. Si nos frotamos los ojos con frecuencia estamos dando paso a bacterias que nos pueden dar conjuntivitis, queratitis, blefaritis u orzuelos, entre otras.

Daños a la superficie del ojo

Si un objeto extraño entra en nuestros ojos y lo que hacemos es frotarlo, el resultado que obtendremos es contrario al deseado. Lo que puede pasar es que presionemos el objeto contra el ojo y cause una herida dentro e incluso arañe nuestra córnea. Esto puede derivar en una infección, una úlcera corneal e incluso otros problemas que podrían afectar la visión permanente.
Lo que se debe hacer cuando tenemos un objeto en el ojo es tratar de sacarlo a través de lágrimas y parpadeos. En caso de que no funcione este procedimiento, se puede sacar con las manos, solo tras un lavado exhaustivo. La última instancia es acudir a un especialista.

Derrame ocular

Frotar los ojos, especialmente si se hace bruscamente, puede romper los vasos sanguíneos del órgano. Estos son muy pequeños y extremadamente sensibles, por lo que romperlos es bastante sencillo. Cuando se rompe un vaso en el ojo se produce lo que se conoce como «derrame ocular» y se manifiesta como una mancha roja en la esclerótica. La mayoría de las veces estos derrames no son nada graves, pero si son muy grandes pueden afectar la visión momentáneamente.

Deterioro de los párpados

Estos están hechos de piel muy delgada y frágil que, además, están sometidas a una movilidad exagerada comparada con otras partes del cuerpo. Por esto la piel de los parpados envejece tan rápido. Frotarse los ojos frecuentemente acelera este proceso y además contribuye a la aparición de bolsas, ojeras, arrugas y líneas de expresión.
Además de lo estético, puede acelerar procesos como la ptosis palpebral, es decir, el párpado caído, que reduce la visión y debe ser tratado con cirugía. También puede ocasionar eccema palpebral, es un tipo de dermatitis que tiene lugar en la piel de párpado y causa picor, lagrimeo, inflamación y sequedad.

Riesgo de queratocono

Este es un problema que sufre la córnea, la cual pierde su forma natural y adquiere una forma cónica. Las causas exactas de esta condición no están claras, aunque se piensa que hay un componente genético. Sin embargo, lo que sí se tiene claro es que frotarse los ojos acelera el daño debido a que la deformación existente es exacerbada por la presión que se ejerce en el ojo.
Esta enfermedad es mayoritariamente diagnosticada en niños y adolescentes que sufren de alergias que causan picor en los ojos y en muchos casos solo se soluciona con un trasplante de córnea.

Recomendaciones

Todas las personas deberían evitar frotarse los ojos. Sin embargo, hay grupos de personas en los que este acto supone un mayor riesgo. Por ejemplo, aquellos que sufren de glaucoma, ya que al frotarse están comprometiendo el nervio óptico. Los miopes también deberían evitar hacerlo porque tienen más riesgo de sufrir un desprendimiento de retina.
Asimismo, aquellas personas que hayan sido recientemente sometidas a una cirugía ocular (ya sea por glaucoma, cataratas, LASIK entre otras), no deben frotarse los ojos bajo ningún concepto. Después de una cirugía, la zona está especialmente sensible y frotarse los ojos podría poner en riesgo no solo los resultados esperados de la cirugía sino también la salud del paciente.
Para aquellas personas que tiene problemas en su día a día evitando frotarse los ojos, estos son algunos consejos y recomendaciones:
  • Al sentir picor, sequedad o irritación cerrar los ojos y parpadear repetidamente.
  • Si es una persona que pasa largos periodos frente a una pantalla, debe tomar descansos y pausas lejos de las pantallas.
  • Usar colirio, lágrimas artificiales o suero fisiológico, estos pueden ayudar con cualquier sensación de incomodidad.
  • Si es necesario tocarse los ojos, siempre lavarse las manos antes de hacerlo
  • En caso de sufrir de alergias, vienen muy bien los colirios antihistamínicos y antiinflamatorios. Siempre se debe consultar a médico.
  • Si se piensa que la necesidad de frotarse los ojos viene por una condición como síndrome de ojo seco, estrés o dermatitis es mejor acudir a un especialista para ser diagnosticado y tratado.

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