El Safari Club Internacional

Con sus cerca de 50.000 miembros, y millones si contamos a las organizaciones asociadas, podemos considerar el Safari Club Internacional (SCI) una de las organizaciones más importantes para defender a los cazadores y nuestro derecho a cazar. El secreto del éxito de McElroy, fundador del SCI en 1979, fue encontrar un equilibrio entre la necesidad de invertir en conservación y afianzar la caza ética, legalmente controlada y cumpliendo con las normas inherentes de cualquier cazador, para que la mayoría de los beneficios económicos revierta a las comunidades locales y de este modo proteger la biodiversidad.

Como organización internacional de cazadores, el SCI ha experimentado en los últimos años una rápida expansión en el continente europeo, Oriente Medio y Asia central con objeto de consolidarse. Actualmente está presente en 17 países del continente europeo y cada año creamos una media de tres nuevos capítulos por país o grupo de países. Todos ellos están organizados bajo el paraguas del Comité Europeo del Safari Club Internacional que creamos hace dos años y que actualmente tengo el honor de presidir.

Los continuos desafíos legales, políticos, económicos y sociales a los que tenemos que hacer frente los cazadores a nivel europeo, nacional y regional, justifican la necesidad de asociarse para que nos defendamos de los crecientes movimientos anti caza que, sin justificación científica, y quizás también moral y económica, intentan neutralizar nuestra pasión. Eso en Estados Unidos lo comprenden muy bien.

En Estados Unidos tienen un modelo de gestión de la caza que beneficia a todos desde el medio ambiente y la biodiversidad hasta el cazador, pasando por los organizadores de cacerías, las comunidades locales y las autoridades públicas. Todos sabemos que miles de familias y empleos directos e indirectos dependen de nuestra industria. Este modelo es perfectamente compatible en cualquier continente.

Como en los tres últimos años, acabamos de reunirnos en una gran convención en la ciudad de Nashville, Tennessee (EE.UU), cuatro días de enorme ajetreo, compras y subastas, reencuentros y sobre todo mucha caza. 924 expositores privilegiados, más de 70.000 visitantes de alto poder adquisitivo y decenas de subastas hacen cumplir los sueños del cazador asociado al SCI el cual tiene acceso a las mejores ofertas. La presencia española, con 31 empresas gestoras de caza, no es nada desdeñable y es con creces la más numerosa de Europa. Hablando con ellas frecuentemente me dicen lo mismo: siempre vendré a Nashville porque me aseguro las ventas, la buena compañía y los clientes. El cazador miembro del SCI pone en valor la importancia que tiene la protección y la conservación de la naturaleza comprando con el sello de garantía del SCI. Nuestra convención se ha convertido en un polo de atracción para organizaciones hermanas que se materializó este año con la presencia de miembros de la Junta Directiva del Conseil International de la Chasse (CIC) encabezada por su Presidente en aras a la reciprocidad mutua. Del mismo modo el premio de la Fundación Weatherby –el Nobel de la Caza– ha vuelto para quedarse en nuestra convención. Del mismo están participan en nuestro evento el Grand Slam Club Ovis (GSCO) y el Texas Trophy Hunting Association (TTHA) porque han visto el valor añadido de un evento de semejantes dimensiones.

Desde el año pasado el SCI y Cinegética han unido fuerzas para que «unidos por la conservación» podamos defender la caza. Esto significa que podremos tener un acceso más fácil al mercado de caza americano y sus organizadores de cacerías y recíprocamente que podamos traer a más cazadores extranjeros del SCI a España. Una muestra más de que España tiene un patrimonio cinegético de primer nivel que debemos de conservar y administrar adecuadamente en beneficio de todos.

Desde el SCI invertimos en los últimos años decenas de millones de dólares en proyectos de conservación y ayuda a las comunidades locales por todo el mundo. Así, el Comité Europeo del SCI sostiene en Portugal un proyecto para la reintroducción del corzo y en Suiza un proyecto para mejorar el biotopo para facilitar la reproducción del gallo lira, además de innumerables proyectos humanitarios por todo el mundo. En España, por medio del capítulo Ibérico colaboramos estrechamente con la Fundación Artemisan en diversos proyectos de conservación. Del mismo modo, monitoreamos la defensa de la caza en tribunales y en parlamentos nacionales, como también en la UE y en organismos multilaterales como CITES.

Unidos seremos más fuertes y asociados podremos invertir en conservación.

• Dr. Miguel Estade es neurólogo, cazador en los cinco continentes, presidente del Comité Europeo del Safari Club Internacional y fue el primer no americano galardonado con el premio «Hall of fame» del SCI en 2025