El problema que preocupa en Estados Unidos y que no tiene nada que ver con Ucrania

El foco del interés mundial por Estados Unidos apunta a su negociación por el apoyo militar a Ucrania en su conflicto con Rusia; sin embargo, la mente de los norteamericanos se centra en problemas más cercanos.

La expansión de la gripe aviar en Estados Unidos se ha hecho prácticamente incontenible. La influenza aviar H5N1 se ha extendido considerablemente desde el brote detectado hace tres años y ahora las consecuencias afectan al día a día de los ciudadanos.

Los casos se han disparado entre aves de corral y vacuno lechero e incluso se han notificado detecciones en trabajadores de las granjas. Desde 2022, más de 100 millones de aves ponedoras ya han sido sacrificadas en Estados Unidos, que pese a ser uno de los mayores productores del mundo siente la escasez.

El estante de los supermercados donde habitualmente se encuentran los huevos están arrasados. La emergencia sanitaria se ha traducido en una merma considerable de la producción que, sumada a la incertidumbre de la población, ha generado una inflación desbocada en los huevos.

Hace menos de un mes, el precio medio de los huevos en el país norteamericano era de 7 euros, pero el problema va a más: el precio medio de la docena de huevos en Estados Unidos alcanzó este martes un récord de 8,11 dólares, cuadruplicando su valor de inicios de 2024, cuando costaba 2 dólares.

El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado una inversión de 1.000 millones de dólares para combatir el brote e impulsar la importación de huevos, cuyos precios marcan récords.

Los supermercados han impuesto un máximo de huevos para comprar por cliente y los precios de la docena van desde los 5 euros hasta los 14 euros. Se trata de un perjuicio global, ya que este alimento es necesario para elaborar otros alimentos y la inflación ya salpica a panaderías, bollerías y restaurantes.

La secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, detalló que la mitad de la inversión, cerca de 500 millones de dólares, irá destinada a medidas de bioseguridad para todos los productores avícolas del país y a una mayor vigilancia epidemiológica.

Estas medidas buscan proteger las granjas de la transmisión desde aves silvestres, causa principal de la gripe según el Gobierno, responsable del 83 % de los casos.

Otros 400 millones de dólares irán a indemnizaciones para los productores, que se están viendo afectados por el brote explotación tras explotación.

La situación genera otro quebradero de cabeza a la nueva presidencia norteamericana, focalizada en su negociación por el apoyo militar a Ucrania, pero con un gran reto dentro de sus propias fronteras: «La administración de Joe Biden hizo poco para enfrentar los brotes recurrentes y el alza en el precio de los huevos. En contraste, la administración Trump está abordando el problema con seriedad», concluyó Rollins en un comunicado.