Un cazador junto a sus perros durante una cacería

Un cazador junto a sus perros durante una caceríaEuropa Press

La UE propone prohibir la munición de plomo por afectar a la carne de caza y a la inteligencia de los niños

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la Comisión Europea continúa firme en su camino hacia la prohibición del plomo en municiones. Así lo evidencia el borrador de la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA), que presenta varias líneas a cumplir en un plazo de cinco años para la caza menor y de 18 meses para la caza mayor.

La Agencia Europea alude a riesgos para la salud humana en la utilización de plomo con argumentos como que cada año unos 13,8 millones de personas de familias de cazadores corren peligro de exponerse al plomo a través de la carne de caza o que con la estrategia de la institución se reduciría un 72 % la liberación de plomo, lo que «evitaría la pérdida de coeficiente intelectual en unos 7.000 niños al año».

La Federación Europea para la Caza y la Conservación (FACE) ya denunció que la evaluación de riesgos de la ECHA «se basa en suposiciones y especulaciones con un claro sesgo político a favor de prohibir completamente el plomo»; sin embargo, la Comisión Europea continúa ya ha presentado su propuesta de documento para prohibir el uso de munición de plomo en la caza en toda Europa.

«El coste adicional para un cazador individual es inferior a 30 euros al año en el caso de la caza con escopeta y de menos de 10 euros al año en el caso de la caza con munición de pequeño o gran calibre. Estas estimaciones incluyen los costes de sustitución de las municiones y, en caso necesario, los costes de prueba, modificación y sustitución prematura de las armas», apunta la UE, algo que choca con las reivindicaciones del sector cinegético.

LA FACE indicó que la base científica de esta evaluación de la ECHA «es inestable en aspectos muy importantes, ya que en la toma de muestras no se han considerado cuestiones tan fundamentales como las distintas partes consumibles de la carne de caza». Los cazadores subrayaron que os valores de concentración de plomo en la carne de caza no son representativos, puesto que se basan en las zonas donde han sido impactadas por la munición y por lo tanto desechadas para su consumo, no suponiendo un riesgo para la salud.

«Estas estimaciones, por tanto, tienen un claro sesgo político con el que se pretende inducir al error y dirigir a los responsables de la Comisión Europea a que tomen la decisión de prohibir el plomo en municiones, a pesar de que los datos de la ECHA contradicen otros trabajos publicados sobre la carne de caza y la salud humana», destacó la FACE en su momento.

El perjuicio para la salud pública que señala la Comisión Europea no solo hace referencia al consumo de carne de caza y al impacto de la liberación de plomo en el coeficiente intelectual de los niños, sino que también considera que más de 150 millones de aves están en riesgo de envenenamiento.

Los cazadores sostienen que por el momento no hay alternativa para sustituir al plomo y que su eliminación para la munición podría importantes consecuencias en un momento como el actual, donde la superpoblación de jabalíes y de conejos ya sacude a los ciudadanos.