La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der LeyenEuropa Press

El as en la manga de la UE para aplacar la amenaza arancelaria de Estados Unidos

Un informe destaca las posibilidades del bloque europeo frente a Trump, siempre y cuando responda con contundencia

El pulso arancelario entre Donald Trump y la Unión Europea (UE) ha abandonado esa condición para convertirse en una guerra sin cuartel.

La nueva presidencia norteamericana ha centrado buena parte de sus primeras acciones en una política proteccionista y de beligerancia total contra el bloque europeo. Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump ha mostrado deliberadamente su disconformidad con los tratos entre EE.UU. y la UE, y sus advertencias generales sobre la imposición de aranceles ya son una realidad.

Este miércoles 12 de marzo, el país de las barras y las estrellas abrió fuego con aranceles de hasta el 25 % a las importaciones de acero, aluminio y determinados productos que contienen estos elementos procedentes de la UE, Canadá, México, Brasil, Corea del Sur y Japón.

La institución del viejo continente ha respondido de manera casi inmediata y ha levantado una barrera cifrada en 26.000 millones de euros con aranceles a las Harley, el bourbon o los Levi's. La contienda parecía igualada hasta el momento y Trump, fiel a su carácter, ha decidido dar un puñetazo sobre la mesa al amenazar con aranceles del 200 % a las bebidas alcohólicas procedentes de la UE.

El derechazo del líder norteamericano fue directo al mentón del ente europeo, que a través de la presidenta de su Comisión, Ursula von der Leyen, trató de rebajar la tensión: «No nos gustan los aranceles porque creemos que son impuestos y que son perjudiciales para las empresas y los consumidores(...) Pero, al mismo tiempo, también quiero recalcar que estamos abiertos a negociar», apuntó Von der Leyen, que pese a reducir el acalorado clima de confrontación entre EE.UU. y la UE guarda un as para asfixiar la rebelión de Trump: las habas de soja.

La haba de soja es una legumbre altamente nutritiva

Así lo señala el informe La América First de Trump impacta en el sector agroalimentario, elaborado por la Oficina Alimentaria de LLYC, que destaca las posibilidades de la UE en este envite con EE.UU. siempre y cuando responda con contundencia. «A diferencia de su primera legislatura, la robustez del sector, especialmente en España, y la creciente interdependencia de la industria norteamericana, sitúan a Estados Unidos en una posición de partida menos confortable para una guerra comercial», explica el documento.

El análisis subraya la importancia para las empresas españolas en desarrollar planes de contingencia que fortalezcan la resiliencia de su cadena de suministro. «Además, ven necesario tejer alianzas estratégicas en la UE y diversificar mercados, apostando por Asia-Pacífico y América Latina para reducir la dependencia de Estados Unidos. Países como China, Japón y Brasil aparecen como alternativas reales para nuestras exportaciones», aseveran los expertos de LLYC, que recomiendan medidas de retorsión y aranceles recíprocos.

El ataque de Trump a las bebidas alcohólicas europeas ha inquietado especialmente al vino español, que en 2024 se apuntó una factura de más de 390 millones de dólares en territorio yanqui; sin embargo, el roto que le puede hacer España a EE.UU. con las habas de soja que supera con amplitud el golpe del vino.

«Podría ser la principal herramienta de respuesta de la Unión Europea, y además, con un importante impacto para un EE.UU. mucho más interdependiente del sector agroalimentario europeo que hace 5 años», recoge LLYC, que alude al papel de las habas de soja.

En 2024, España importó 1.461,86 toneladas de habas de soja procedentes de EE.UU. por valor de 648,66 millones de euros. El principal productor mundial de la oleaginosa es Brasil, que vendió a España 2.193,56 toneladas de habas por valor de 912,62 millones de euros y que aprovechando el acuerdo con Mercosur y el nuevo escenario con EE.UU. puede beneficiarse de un mayor trato con la UE.

«Productos como las habas de soja, que han experimentado un notable incremento en las importaciones de nuestro país (+310 millones de euros), podrían verse afectados por estos aranceles recíprocos. Teniendo en cuenta los numerosos mercados alternativos, como Brasil donde las inversiones españolas se frenaron para favorecer a EE.UU., y el fuerte peso del lobby de la soja estadounidense, la decisión de la Administración Trump podría tener más riesgos que beneficios, atendiendo a su nueva dinámica transaccional», concluye el informe.