La empresa Neuralink de Elon Musk, acusada de torturar monos en ensayos con chips cerebrales

Neuralink, la empresa de Elon Musk que desarrolla dispositivos que conectan el cerebro humano a ordenadores, ha sido acusada de tortura animal. Musk, quien cofundó Neuralink en 2016, prometió que esta tecnología «permitirá que alguien con una parálisis use más rápido un teléfono inteligente con la mente que si lo hiciera con los dedos».

La denuncia, que va contra Neuralink y su socio el Centro Nacional de Investigación de Primates Davis de la Universidad de California (Estados Unidos), recoge que se maltrata a los macacos con los que testan su tecnología.

Por su parte, la compañía de Musk niega tales acusaciones. Los chips cerebrales con los que están experimentando permitirían que las personas con una parálisis vuelvan a caminar. De hecho, se espera que puedan comenzar las pruebas con humanos a finales de este año.

El Comité de Médicos por una Medicina Responsable (PCRM, por sus siglas en inglés) alega que no se «proporcionó a los animales moribundos la atención veterinaria adecuada». Desde esta organización, que se opone a la experimentación con animales, alegaron que los monos que se utilizaron por Neuralink sufrieron «convulsiones e infecciones locales en la zona en la que se les realizaron los implantes».

Por lo visto, Neuralink utilizó BioGlue, una sustancia no autorizada que destruyó parte del cerebro de los monos. A la mayoría de los animales se les extrajeron «partes de sus cráneos para implantar electrodos».

Neuralink explica en su web que trabajan con animales de la «manera más humana y ética posible». Y enfatizan sobre su compromiso con el bienestar animal: «Nuestra misión es diseñar un programa de cuidado de los animales que priorice sus necesidades, en lugar de la estrategia típica de investigar solo para la conveniencia humana».