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Comparativa del cráneo de un Homo floresiensis con el de un Homo sapiensNature/Peter Brown

Antropología

Una especie similar a los 'hobbits' podría vivir oculta en una isla de Indonesia

Una investigación basada en testigos oculares de una tribu local aventura la posibilidad de que el Homo floresiensis siga vivo, aunque es recibida con escepticismo entre los estudiosos de la especie

Indonesia, año 2004. Mike Morwood, un arqueólogo neozelandés fallecido en 2013, descubre en las profundidades de la paradisíaca isla de Flores huesos de una pequeña y desconocida especie de homínido cuya fisionomía recuerda a la de los famosos 'hobbits' imaginados por J.R.R. Tolkien en El señor de los anillos.

Con una estatura de apenas un metro, 25 kilos de peso y rasgos cercanos a los australopitecinos e incluso a los chimpancés, las investigaciones concluyen que el Homo floresiensis, como se cataloga a la especie, vivió durante el Pleistoceno tardío (hace entre 2.580.000 y 11.700 años) y se extinguió hace unos 12.000 años… ¿O no?

18 años después del hallazgo, el etnobiólogo de la Universidad de Alberta Gregory Forth ha publicado un libro y un artículo en el que sostiene que la especie, o al menos una muy parecida, podría seguir habitando en los bosques de Flores.

«A diferencia de otros libros relacionados con la evolución de los homínidos, el enfoque del mío [titulado Between ape and human, «entre el simio y el humano»] no está en los fósiles, sino en una población humana local llamada Lio y lo que estas personas dicen sobre un animal (tal y como lo describen) que es notablemente parecido a un humano pero no es un humano. Algo que solo puedo llamar un hombre-mono», explica Forth.

Avistamientos

La investigación de Forth, quien cree que el estudio científico no puede obviar los testimonios de la población local por el hecho de que pertenezcan a tribus indígenas con concepciones distintas del mundo, se basa en avistamientos de «30 testigos oculares» de Lio con los que el experto se ha entrevistado.

Entre ellos, Forth menciona a un hombre que afirmó haberse deshecho del cadáver de una criatura «que no podía ser un mono, pero tampoco humana», con pelo liso de color claro en el cuerpo, una nariz bien formada y un trozo de cola.

Además, el etnobiólogo se apoya también en la mitología de esta tribu, según la que los humanos pueden transformarse en otras especies para mudarse a nuevos entornos y adoptar nuevas formas de vida. Por ello, Forth se propone «encontrar la mejor explicación –es decir, la más racional y empíricamente mejor respaldada– a los relatos de Lio sobre las criaturas» y cree que los «hombres-mono» de los que habla la tribu podrían ser herederos de H. floresiensis, «un homínido no sapiens que ha sobrevivido en Flores hasta el presente o hasta tiempos muy recientes».

«Simplemente, no sabemos cuando se extinguió esta especie o incluso si se extinguió, así que hay alguna posibilidad de que siga viva», apunta Forth, ya jubilado.

El atrevimiento de la tesis, no obstante, ha suscitado un enorme escepticismo entre estudiosos del H. floresiensis, que ven improbable que la especie no haya sido advertida hasta la fecha. «Siendo realistas, la idea de que haya un gran primate que no sea observado en esta isla y que sobreviva en una población que pueda sostenerse a sí misma es bastante cercana a cero», apuntó John Hawks, paleoantropólogo de la Universidad de Wisconsin, en declaraciones a Live Science.