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Bomba nuclear lanzada sobre Hiroshima.GTRES

Una guerra nuclear provocaría una hambruna que mataría a 5.000 millones de personas

Calculan el impacto que sufriría la producción de cultivos de maíz, arroz, trigo y soja, así como los cambios que sufrirían las tierras de pastoreo y los bancos globales de pesca

Incluso el conflicto que detonara la bomba nuclear más pequeña devastaría los sistemas oceánicos provocando una fuerte disminución de las poblaciones de peces, la expansión de las capas de hielo y cambios en las corrientes oceánicas que tardarían décadas en revertirse.

Es era una de las conclusiones de un equipo internacional de científicos dirigidos por Cheryl S. Harrison de la Universidad Estatal de Luisiana. «Nuestro modelo es el primer esfuerzo a gran escala para cuantificar los efectos de una guerra nuclear en los océanos», explicó Alan Robock , profesor de la Facultad de Ciencias Ambientales y Biológicas y coautor del estudio publicado en la revista AGU.

Ahora, un grupo de climatólogos de la Universidad de Rutgers, en Estados Unidos, han recogido el guante de ese artículo para ver cómo afectaría una guerra nuclear entre Estados Unidos y Rusia, llegando a la conclusión de que provocaría una hambruna global que mataría a más de 5.000 millones de personas.

Lili Xia y su equipo han estudiado seis posibles escenarios de los cuales cinco corresponden a conflictos entre India y Pakistán, mientras que el otro sería entre EE.UU. y Rusia en base al tamaño del arsenal nuclear de cada país.

Al introducir sus estimaciones en un modelo climático, los expertos han calculado el impacto que sufriría la producción de cultivos de maíz, arroz, trigo y soja, así como los cambios que sufrirían las tierras de pastoreo y los bancos globales de pesca.

Bajo el escenario menos dañino –una guerra restringida entre India y Pakistán– la producción media de calorías alimentarias mundial decrecería un 7 % en los cinco años siguientes al conflicto. Sin embargo, en peor de los casos esa producción caería un 90 % en un periodo de tres o cuatro años.

El declive en los cultivos sería especialmente severo en las latitudes medias y altas, incluido en Estados Unidos y Rusia, grandes exportadores de alimentos, lo que tendría un grave impacto en países importadores de África y Oriente Medio.

Más del 75 % del planeta sufriría hambruna en el peor escenario, según el trabajo liderado por Xia, que especula con la posibilidad de que la producción agrícola ahora destinada a animales podría servir para alimentar a la población humana en un primer momento.

Xia detalló que espera analizar en mayor profundidad los efectos de una guerra nuclear en la cadena alimentaria en futuros trabajos.

«La capa de ozono quedaría destruida por el calor en la estratosfera, produciendo más radiación ultravioleta en la superficie. Necesitamos comprender el impacto de ese escenario en la producción de alimentos», detalló la investigadora en la revista Nature Food.