Ciencia
Los egipcios aprovecharon un brazo del Nilo para la construcción de las pirámides
Ahora seco, este afluente les permitió navegar y transportar los bloques de piedra
Miles de años después de su construcción, las pirámides siguen escondiendo enigmas. Los científicos no acaban de tener claro cómo erigieron estos colosales monumentos, aunque un nuevo estudio ha revelado que contaron con un importante aliado: el río Nilo.
El trabajo, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, explica que los constructores se ayudaron de canales, cuentas y un puerto para mover los bloques de piedra necesarios para levantar el monumento. Investigadores de la universidad de Aix-Marseille creen que, en concreto, se aprovecharon de un brazo del río, Khufu, actualmente seco.
El puerto estaría situado a unos siete kilómetros al oeste del actual Nilo y tenía profundidad suficiente como para que las barcas que llevaban los bloques no encallasen. «Pensé que estaban construyendo canales que se conectaban, pero parece que es un canal natural del río», comenta Joseph Manning, uno de los autores del estudio.
Los investigadores examinaron la actividad volcánica cercana y posibles cambios en el suelo y en los niveles de agua para comprobar las modificaciones en este río durante los últimos 8.000 años.
Los estudios se centraron en el análisis de los granos de polen. Así, encontraron restos de plantas de entorno acuático y pantanoso, así como otras resistentes a la sequía, lo que les permitió determinar los periodos en los que el Nilo habría estado más alejado de las construcciones.
Así, encontraron que hace unos 8.000 años, la región de Guiza estaría bajo el agua y, conforme fueron pasando los años y aridificándose, el afluente retuvo un 40 % de su agua, lo que permitió a los constructores utilizarlo para navegar.