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Recreación por ordenador de los efectos de la formación lunar tras el impactoEuropa Press

Ciencia

La Luna podría haberse formado en solo unas horas

Nuestro satélite fue el resultado de la colisión entre la Tierra y un objeto del tamaño de Marte llamado Theia hace millones de años

Hace millones de años, la colisión de un objeto del tamaño de Marte, llamado Theia, contra la Tierra provocó la formación de la Luna. Pero cómo ocurrió exactamente es una de las grandes incógnitas de la ciencia que los investigadores llevan décadas estudiando sin una respuesta concluyente.

La mayoría de las teorías afirman que la Luna se formó a partir de los escombros de esta colisión, fusionándose en órbita durante años. Pero una nueva simulación revelaría una nueva teoría: nuestro satélite se habría formado en solo unas horas cuando el material de la Tierra y Theia se lanzaron directamente a la órbita después del impacto.

«Esto abre una gama completamente nueva de posibles puntos de partida para la evolución de la Luna», explica Jacob Kegerreis, investigador del Centro de Investigación Ames de la NASA, que acaba de publicar sus resultados en un artículo publicado en The Astrophysical Journal Letters. «Comenzamos este proyecto sin saber exactamente cuáles serían los resultados de estas simulaciones de alta resolución. Por lo tanto, además de revelar que las resoluciones estándar pueden dar respuestas engañosas, fue emocionante que los nuevos resultados pudieran incluir un tentador satélite similar a la Luna en órbita».

Las simulaciones realizadas son algunas de las más detalladas hasta el momento y supera cualquier antes realizada. Esta capacidad computacional adicional mostró que las simulaciones de menor resolución pueden perder aspectos importantes de este tipo de colisiones.

Las anteriores teorías sobre la formación de la Luna explicaban algunos aspectos de las propiedades del satélite, como su masa y su órbita, pero obviaba otros importantes. Todavía no se sabe por qué su composición es tan similar a la Tierra, pero esta nueva teoría podría explicarlo.

Más allá del conocimiento sobre la Luna, estos estudios podrían ayudarnos a comprender cómo nuestra propia Tierra se convirtió en el mundo que alberga vida que es hoy. «Cuanto más aprendamos sobre cómo se formó la Luna, más descubriremos sobre la evolución de nuestra propia Tierra», asegura Vincent Eke, investigador de la Universidad de Durham y coautor del artículo. «Sus historias están entrelazas y podrían repetirse en las historias de otros planetas cambiadas por colisiones similares o muy diferentes».