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El deshielo de la Antártida©GTRESONLINE

La próxima pandemia la causará el deshielo: «Hay virus que pueden sobrevivir millones de años»

El cambio climático alterará la gama de especies existentes, lo que podría poner en contacto a nuevos huéspedes con virus o bacterias antiguos

La pandemia de la covid nos pilló por sorpresa. Además de causar miles de muertes, nos ha enseñado que puede tener origen animal, pero la próxima pandemia la provocará materia en el deshielo producido por el cambio climático. Así lo detalló el microbiólogo Anirban Mahapatra a Daily Star.

«Hay virus que pueden sobrevivir durante decenas, cientos, miles y, en teoría, incluso millones de años en el hielo. Lo que está sucediendo es que estamos encontrando muchos animales muy bien conservados, como mamuts, descubiertos por el deshielo. Si estos animales se infectaron con virus y bacterias, entonces pueden contagiarlos a otros animales y personas», explicó el microbiólogo.

Para entender esto, primero hay que saber qué es el permafrost y qué provoca. Esta capa, situada en el subsuelo de la corteza terrestre, está congelada todos los días del año y es muy común en los lugares más gélidos del planeta, por lo que se encarga de mantener el hielo congelado.

Con el paso del tiempo y el calentamiento global, esta capa se está derritiendo. Así, tanto las especies que permanecían congeladas como el material biológico están volviendo a mantener contacto con el exterior, tal y como apuntó el microbiólogo en la entrevista. A este problema se le suma la liberación de dióxido de carbono y de metano que son altamente agresivos para la capa de ozono.

Análisis genético

La alarma del riesgo de propagación viral surgió tras el análisis genético de los sedimentos del suelo del lago Hazen –el más grande de agua dulce del Ártico–, donde se demostró que la infección de un virus a un nuevo puede ser mayor cerca del derretimiento de los glaciares.

Los hallazgos demostraron que a medida que aumentan las temperaturas globales debido al cambio climático, es más probable que los virus y las bacterias encerrados en los glaciares y el permafrost puedan despertar e infectar la vida silvestre local, particularmente porque su rango también se acerca a los polos.

Un ejemplo de esto fue un brote de ántrax en 2016 en el norte de Siberia, debido a una ola de calor que derritió el permafrost y expuso el cadáver de un reno infectado. La infección de esta bacteria causó la muerte de un niño y provocó enfermedades a otras siete personas.

Lago Hazen, a menudo considerado el lago más grande al norte de Canadá

Para comprender mejor el riesgo que representan los virus congelados, el doctor Stéphane Aris-Brosou y sus compañeros de la Universidad de Ottawa (Canadá) recolectaron muestras de suelo y sedimentos del lago Hazen, cerca de donde fluían pequeñas, medianas y grandes cantidades de agua de deshielo de los glaciares locales.

A continuación, secuenciaron el ARN y el ADN en estas muestras para identificar firmas que coincidieran estrechamente con las de virus conocidos, así como posibles huéspedes animales, vegetales o fúngicos, y ejecutaron un algoritmo que evaluó la posibilidad de que estos virus infectaran grupos de organismos no relacionados.

La investigación, publicada en Proceedings of the Royal Society B , sugirió que el riesgo de que los virus se propaguen a nuevos huéspedes era mayor en lugares cercanos a donde fluyeron grandes cantidades de agua de deshielo glacial, una situación que se vuelve más probable a medida que el clima se calienta.

El equipo no cuantificó cuántos de los virus que identificaron eran previamente desconocidos, algo que planean hacer en los próximos meses, ni evaluaron si estos virus eran capaces de desencadenar una infección.

El equipo de Aris-Brosou advirtió que predecir un alto riesgo de contagio no era lo mismo que predecir contagios o pandemias reales. «Mientras los virus y sus 'vectores puente' no estén presentes simultáneamente en el medio ambiente, la probabilidad de eventos dramáticos probablemente siga siendo baja», escribieron.

Por otro lado, se cree que el cambio climático alterará la gama de especies existentes, lo que podría poner en contacto a nuevos huéspedes con virus o bacterias antiguos.

«Lo único que podemos llevar a casa con confianza es que a medida que aumentan las temperaturas, se incrementa el riesgo de contagio en este entorno en particular», dijo Aris-Brosou. «¿Esto conducirá a pandemias? No lo sabemos».

Tampoco está claro si el potencial de cambio de huésped identificado en el lago Hazen es único dentro de los sedimentos del lago. «Por lo que sabemos, podría ser lo mismo que la probabilidad de cambio de huésped que plantean los virus del lodo en su estanque local», dijo Arwyn Edwards, director del Centro Interdisciplinario de Microbiología Ambiental de la Universidad de Aberystwyth.

Sin embargo, «necesitamos urgentemente explorar los mundos microbianos en todo nuestro planeta para comprender estos riesgos en contexto», dijo. «Dos cosas están muy claras ahora. En primer lugar, que el Ártico se está calentando rápidamente y que los principales riesgos para la humanidad provienen de su influencia en nuestro clima. En segundo lugar, que las enfermedades de otros lugares están llegando a las comunidades y ecosistemas vulnerables del Ártico».