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Recreación por ordenador de Loftid sobre una atmósferaNASA

Ciencia

La NASA quiere mandar humanos a Marte en un 'platillo volante'

La agencia prueba con éxito Loftid, un vehículo que permitiría atravesar la abrasadora atmósfera marciana y de otros planetas de manera mucho más segura que los aparatos empleados actualmente

La idea del platillo volante como vehículo supersónico extraterrestre podría no estar tan descartada o relegada al terreno de la ficción como parecía hasta ahora. Al menos, no en un escenario futurista en el que seamos nosotros los que vayamos a la conquista de otros planetas.

Esa es, coincidencia o no, la forma con la que ha diseñado la NASA un aparato cuyo eventual propósito es el de llevar humanos a Marte. Bautizado como LOFTID (Prueba de vuelo con desacelerador inflable en órbita baja terrestre, por sus siglas en español), se trata de una especie de OVNI (en el aspecto más estereotípico del término) pensado para resistir la abrasadora entrada en la atmósfera del Planeta Rojo por medio de un escudo térmico y de manera mucho más segura.

Con temperaturas que alcanzan los 1.650 grados centígrados, las naves que atraviesan la capa atmosférica marciana se ven obligadas a reducir su velocidad de 19.000 kilómetros por hora a 2 metros por segundo para evitar su calcinación. Es lo que la agencia espacial llama «los siete minutos de terror», debido a que la densidad existente impide que el vehículo pierda velocidad de la misma manera que lo haría al entrar en la Tierra.

Es ahí donde entra en juego la LOFTID, complementada con una capa aerodinámica desplegable protegida por un escudo térmico flexible que actuaría como un freno gigante si atravesara la atmósfera marciana.

Según explica la NASA, esta incorporación permitiría que la nave empezara a perder velocidad en las partes más altas de la atmósfera, lo que evitaría un frenazo tan brusco y posibilitaría, por tanto, emprender el descenso a la superficie a un «generoso» ritmo de 900 kilómetros por hora.

Tras años de diseño y preparación, el prototipo fue finalmente probado por primera vez ayer, jueves, aunque no en el escenario para el que ha sido concebido. Tras despegar del puerto espacial de Vandenberg (California) a bordo de un cohete Atlas V, LOFTID fue liberado para ensayar la operación de reentrada en la atmósfera terrestre –que no la marciana–. Pertrechado de sensores y cámaras para recolectar los datos y retransmitirlos en tiempo real, el aparato, de seis metros de diámetro, amerizó de forma controlada en el Pacífico tras desplegar un paracaídas.

La de ayer fue la primera prueba, pero de resultar efectiva, la tecnología podría ser empleada para la exploración no solo de Marte, sino también de Venus o de algunas de las lunas de Saturno, donde los científicos llevan años apuntando a una posible existencia de vida bajo sus aguas.