La anguila: ese misterioso animal en grave peligro de extinción
Su población ha descendido un 95 % desde los años 80 y ahora existe el riesgo de que desaparezcan sin haber resuelto muchos de sus enigmas
Son las serpientes del mar. Un animal extraño y fascinante que, además, se encuentra en peligro de extinción. La anguila (Anguilla anguilla) ha descendido su población un 95 % desde 1980 y hoy ya está clasificada dentro del nivel máximo de amenaza.
Ese pez ágil y carroñero con cuerpo de serpiente ha despertado el interés por su desconocido origen. Según explica Carlos Fernández, catedrático de la Universidad de Córdoba en el Departamento de Zoología, su nacimiento se produce en el mar de los Sargazos, a más de 6.000 kilómetros de las costas europeas. A partir de ahí inicia su viaje hacia las costas europeas, donde penetra en los estuarios y remonta los ríos donde permanecerá un tiempo variable entre 5 y 10-15 años desarrollándose como subadulto.
Alcanzada una determinada talla y un porcentaje concreto de grasa, sufre una metamorfosis y se transforma en anguila plateada, iniciando su viaje migratorio de retorno al mar de los Sargazos donde se reproducirá y morirá. Sin embargo, otra de las incógnitas es precisamente dónde y cómo se reproduce.
Se desconoce la respuesta y nunca se ha capturado un animal grávido en la supuesta zona de reproducción, según expone el catedrático. Los científicos alertan ahora que debemos de apremiarnos para conocer la respuesta porque, de lo contrario, la anguila se extinguirá y no desvelaremos el enigma.
En la Península Ibérica
Como en el resto del planeta, en la Península Ibérica la anguila también ha descendido su población, perdiendo en torno a un 85 % del territorio que ocupaba históricamente. Por ello, el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES) propuso una veda para la anguila en todos los hábitats y para cualquier finalidad a partir del año 2023.
A pesar de que la exportación de este animal está prohibida, es frecuente encontrarlas en comercios asiáticos, algo que puede facilitar la difusión de parásitos que pueden dificultar el viaje a los Sargazos de los animales que aún quedan.