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Una serpiente de Montpellier (Malpolon monspessulanus) se ve en un manglar en el Parque Nacional Laguna de La RestingaAFP

Descubren que las serpientes hembra tienen un clítoris que refuerza sus posibilidades de reproducción

Cuenta con numerosas terminaciones nerviosas, lo que demostraría que «su estimulación provoca una respuesta sensorial» del animal

Al igual que otras especies animales, las serpientes tienen clítoris. Se trata de un descubrimiento fruto de un estudio pionero en su género y llevado a cabo por científicos de la Universidad de Adelaida, en Australia. Ese diminuto órgano, según revela la investigación, juega un papel esencial para mejorar las posibilidades de reproducción de estos reptiles.

El informe, publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B y dirigido por Megan Folwell, estudiante de doctorado de la universidad australiana, analiza diez especímenes adultos pertenecientes a nueve especies distintas, desde la serpiente pitón al mocasín de agua, una serpiente semiacuática que se halla en costas del Golfo de México.

«En todo el reino animal, los genitales femeninos se pasan por alto en comparación con los masculinos», afirma en un comunicado Folwell. «Nuestro estudio refuta la antigua suposición de que el clítoris (hemiclitores) está ausente o no es funcional en las serpientes». La investigadora ratifica que el placer es «sin ninguna duda una parte importante de la reproducción», que está presente también en el caso de estos reptiles.

En todas las especies analizadas aparece claramente identificado un pequeño órgano, de apenas unos milímetros, situado en la cola de las hembras, debajo de la piel y compuesto de dos protuberancias separadas longitudinalmente. Está situado cerca del órgano genital femenino, lugar en el que la piel de los reptiles es más fina.

Ese clítoris, de entre uno y siete milímetros, se hincha durante el acto sexual. Cuenta con numerosas terminaciones nerviosas, lo que demostraría que «su estimulación provoca una respuesta sensorial» del animal.

Durante el acoplamiento, las colas de los animales se enredan y los cuerpos se restriegan, lo que provoca «una estimulación» del clítoris. Cuanto más prolongada es esa actividad sexual, más posibilidades hay de reproducción.

Hemiclítoris con forma de corazón

La profesora asociada Kate Sanders, de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Adelaida, declaró: «Descubrimos que el hemiclítoris de las serpientes, con forma de corazón, está compuesto de nervios y glóbulos rojos que se asemejan al tejido eréctil, lo que sugiere que puede hincharse y estimularse durante el apareamiento. Esto es importante porque se suele pensar que el apareamiento de las serpientes implica la coacción de la hembra, no la seducción».

Sanders añadió que la investigación no habría sido posible sin la nueva perspectiva de Folwell sobre la evolución de los genitales. «Este descubrimiento demuestra que la ciencia necesita pensadores con ideas diversas para avanzar», afirmó.

Entre las serpientes estudiadas figuran la Acanthophis antarcticus (también conocida como víbora de la muerte), la Pseudechis colleti, la Pseudechis weigeli y la Pseudonaja ingrami (nativas de distintas partes de Australia), la Agkistrodon bilineatus (nativa de México y América Central hasta Honduras), Bitis arietans (nativa de las regiones semiáridas de África y Arabia), Helicops polylepis (de la Estación Biológica Madre Selva, Perú), Lampropeltis abnormal (de Los Brisas del Mogotón, Nicaragua), y Morelia spilota (nativa de Australia, Nueva Guinea, Archipiélago de Bismarck, y el norte de las Islas Salomón.