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Europa Press

Ciencia

Tormentas feroces, termómetros a -80º y cambios extremos: una investigación española revela el clima de Marte

Un medidor incorporado en el róver Perseverance de la NASA permite conocer la meteorología marciana con el mayor nivel de detalle conseguido hasta la fecha

Aunque no es ningún secreto que el tiempo de Marte en poco se parece al de la Tierra, el estudio de su meteorología no había sido objeto hasta ahora de un análisis tan amplio como el que se acaba de publicar en la revista científica Nature Geoscience. Un honor que, para orgullo de la ciencia patria, ha correspondido de hecho nada menos que a un equipo de investigación español.

Durante 687 días terrestres, el equivalente a un año marciano, un grupo internacional liderado por el Centro de Astrobiología (CAB) del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA)-Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha recopilado a través del Analizador de la dinámica ambiental de Marte (MEDA), un instrumento fabricado por ellos e incorporado en el róver Perseverance de la NASA, la atmósfera del Planeta Rojo.

Los resultados, tildados de «sorprendentes» por los propios investigadores, retratan un lugar dominado por temperaturas gélidas (mínimas de -80ºC y máximas de -20ºC en esta época del año), cambios bruscos y violentas tormentas y remolinos de viento, entre otros rasgos que dan cuenta de un clima cuando menos desabrido.

Con casi 8.000 horas de medidas y más de 1.700 imágenes del cielo, la información sirve para estudiar los ciclos de temperatura y polvo y los flujos de calor. «Han sido meses tremendamente interesantes», durante los que han aprendido mucho, tanto del cráter como del instrumento, explica José Antonio Rodríguez-Manfredi, del CAB, INTA-CSIC, en declaraciones a Efe. «Estos datos ayudarán a los ingenieros a diseñar las futuras misiones, preparar a los astronautas y concebir los hábitats que permitirán hacer frente a las duras condiciones de Marte», indica.

De los hallazgos, el científico destaca el estudio del polvo en suspensión, que puede llegar a cubrir el planeta «en espectaculares tormentas», pues su cantidad y los mecanismos que hacen que se eleve o asiente son de «vital importancia» de cara a la preparación de futuras misiones tripuladas.

El fino polvo, explica, es el principal «actor» que controla la dinámica atmosférica marciana, retiene calor y, dependiendo de su cantidad, la temperatura de la columna atmosférica varía. Esas diferencias térmicas, detalla, son las que causan fluctuaciones en la presión o los vientos.

El equipo ha podido caracterizar los cambios en la atmósfera por un tormenta de polvo que a comienzos de 2022 pasó sobre Perseverance, provocando «bruscos cambios en la temperatura y presión acompañados de fuertes ráfagas de viento», señala la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), que también participa en el estudio.

Halos y nubes

Otro resultado destacado por Rodríguez-Manfredi es la observación de halos (un brillo blanco o coloreado alrededor del Sol y producido por ciertas nubes), ya que se trata de la primera vez que se ven fuera de la Tierra y que dan «información clave» sobre las propiedades de las nubes en Marte, dice Daniel Toledo, investigador del INTA, en una nota del CAB.

Rodríguez-Manfredi también hace referencia a la importancia del seguimiento preciso que han hecho del perfil de temperaturas en las capas bajas de la atmósfera. El clima marciano, cuenta, es bastante variable y con estaciones como en la Tierra, con el «aliciente adicional de las grandes tormentas de polvo.

Algunos fenómenos «han resultado realmente sorprendentes», como la alta intensidad de los vientos, que mueven pequeñas piedras y arena, así como las «interesantes» variaciones de humedad, a pesar de ser muy baja la cantidad de vapor de agua en la atmósfera.

Estos y otros resultados, señala, han sido «muy ilustrativos de una dinámica atmosférica rica y bastante compleja». Todos estos fenómenos locales, así como los de media escala y globales, «modelan el entorno en el que nos encontramos: los movimientos de las dunas, la erosión de las rocas por los vientos, la enorme radiación ionizante incidente en la superficie».

Además, los sensores de MEDA han detectando fenómenos dinámicos en la atmósfera que se producen cerca del róver, como los debidos al paso de remolinos de viento, conocidos como dust devils por el polvo que a veces levantan.

Estos remolinos son más abundantes en Jezero que en otros lugares de Marte y pueden tener un gran tamaño. Con MEDA se han caracterizado sus aspectos generales y desentrañado cómo funcionan, indica el investigador Ricardo Hueso, de la UPV-EHU, en un comunicado.

MEDA también ha proporcionado datos para estudios ya publicados, como el que describe los patrones de vientos, cuyo conocimiento es necesario para comprender la meteorología y el proceso que origina las tormentas de polvo, dice el investigador Daniel Viúdez-Moreiras, del CAB.

Rodríguez-Manfredi agrega que otra labor importante es intentar «echar la vista atrás», con ayuda de modelos paleoclimáticos, para tratar de estimar cómo era el clima hace 4.000 millones de años, cuando el agua fluía por su superficie.

MEDA es, para el director del Centro de Astrobiología, Victor Parro, «un éxito de la ciencia y la tecnología aeroespacial española, tanto de las instituciones públicas como de nuestra industria, y afianza nuestra gran capacidad en el contexto aeroespacial internacional».

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