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Cuchillos de sílex

Cuchillos de sílexWikimedia Commons

Unas puntas sugieren que los 'Sapiens' ya usaban hace 54.000 años los arcos y las flechas

El uso de estas tecnologías avanzadas puede ser de crucial importancia para «comprender la notable expansión de las poblaciones modernas»

Un nuevo descubrimiento en la gruta de Mandrin, en el sur de Francia, desmonta las creencias de los científicos sobre la evolución humana. El nuevo hallazgo apunta a que las primeras pruebas del uso en Europa de la tecnología del arco y las flechas por parte de humanos modernos se empezaron a hacer hace 54.000 años, durante el Paleolítico Superior.

Según los investigadores, estas armas pudieron ser decisivas para que el Homo sapiens aventajasen a los neandertales durante sus primeras migraciones al territorio neandertal. La gruta Mandrin, cerca del valle del río Ródano, ya fue objeto de investigaciones tras descubrirse restos dentales de humanos modernos de 54.000 años de antigüedad, lo que sugiere que llegaron a la zona unos 10.000 años antes de lo que se pensaba.

Estos datos, recogidos en la revista científica Science Advances, demuestran que los cientos de artefactos procedentes del yacimiento de Mandrin, estudiados por investigadores franceses y estadounidenses, presentan signos de haber sido usados como armas de proyectil.

En esta ocasión, el equipo coordinado por Laure Metz, de la Universidad de Aix-Marselle (Francia) identificó y estudió 852 objetos parecidos a puntas, cuchillas y lascas bien definidas. De ellos, 383 tenían patrones de desgaste indicativos de haber sido empujados o lanzados (movimiento de percusión) o utilizados para serrar o cortar (movimiento de presión) y 196 presentaban signos de desgaste por percusión, principalmente en puntas, micropuntas y nanopuntas.

Puntas líticas

Puntas líticasScience Advances

Estos hallazgos sugieren que armas de proyectiles como el arco y la flecha podrían haberse dominado durante, y no después, de la incursión de los humanos modernos en territorio neandertal. Por lo que, según indica el estudio, el uso de estas tecnologías avanzadas puede ser de crucial importancia para «comprender la notable expansión de las poblaciones modernas».

Revestimiento para las flechas del arco

Los arqueólogos que se han volcado en el estudio han defendido que las tecnologías del tiro con arco se basan esencialmente en el uso de materiales perecederos como la madera, fibras, cuero, resinas y tendones, que raramente se conservan en los yacimientos paleolíticos europeos y dificultan el examen arqueológico de estas tecnologías.

La excavación del asentamiento francés reveló gran cantidad de puntas de sílex y su análisis demuestra que un número importante de ellas se utilizaban como «revestimiento para flechas propulsadas con arco», explica la Universidad de Conneticut (EE.UU.) en un comunicado.

Es el tamaño muy reducido y, más concretamente, la escasa anchura de estos revestimientos, de las que alrededor del 30 % pesan apenas unos gramos, lo que permite excluir cualquier otro modo de propulsión balística para estas armas tan pequeñas.

Los autores consideran que el estudio también arroja luz sobre el armamento de las poblaciones neandertales contemporáneas a los humanos modernos.

No obstante, se sabe que no desarrollaron armas de propulsión mecánica –arcos o propulsores– y siguieron con sus armas tradicionales basadas en el uso de enormes puntas en forma de lanza que se clavaban o lanzaban con la mano y que, por tanto, requerían un estrecho contacto con su presa.

Las tradiciones y tecnologías dominadas por estas dos poblaciones eran profundamente distintas, lo que ilustra una notable ventaja tecnológica objetiva de las poblaciones modernas durante su expansión por el continente europeo.

Los autores sitúan este debate en un contexto mucho más amplio en el que las opciones técnicas no pueden limitarse únicamente a las capacidades cognitivas de las distintas poblaciones humanas.

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