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Una de las pasarelas del recorrido 'marciano' del parque de Río TintoParque Minero de Río Tinto

Huelva

Cómo viajar a Marte sin salir de España

El Parque Minero de Río Tinto, uno de los enclaves más similares al Planeta Rojo de la Tierra, ofrece un recorrido turístico por algunos de los sitios estudiados por los científicos durante décadas

El desierto de Atacama en Chile, los Valles Secos de la Antártida, el valle de Wadi Rum en Jordania… a lo largo y ancho del globo, son varios los lugares que ofrecen paisajes que, ya sea por su similitud o características geológicas, recuerdan, y mucho, a los que podrían encontrarse en cualquier rincón del planeta Marte.

Nuestro país, en ese sentido, tampoco se queda atrás. Por un lado, el Parque Nacional del Teide, en Tenerife, alberga zonas que en cierto grado se asemejan a los desnudos y áridos parajes marcianos. Pero no es el mayor análogo al astro rojo que puede encontrarse en territorio español: el Parque Minero de Río Tinto, en la provincia de Huelva, despierta desde hace décadas el interés de la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) o el CSIC por sus propiedades. Tal es así que, tras años de estudio, el parque puso en marcha en 2021 una iniciativa turística con un recorrido por lugares clave investigados por dichas instituciones.

Uno de los lugares que componen el itinerario 'Río Tinto, Marte en la Tierra'Parque Minero de Río Tinto

El itinerario, impulsado por el proyecto europeo Valuetur (que promueve las zonas protegidas de alto valor natural, histórico y cultural de la Península Ibérica) con un presupuesto de 300.000 euros, transita por lugares que han sido escenario de pruebas de vehículos y módulos como el róver Curiosity, del cual se exhibe una réplica al costado de una de las pasarelas.

La principal característica geológica del Parque Minero son sus bacterias extremófilas, microorganismos que se distinguen por consumir hierro y azufre y producir oxígeno. Cerca del recinto discurre el homónimo río Tinto, cuyo caudal rojizo se debe a la llamada ‘meteorización’. Este proceso hace que los minerales, al entrar en contacto con la biosfera, la hidrosfera o la atmósfera, se degraden o se fragmenten. En ese sentido, en el agua abundan los minerales como hierro y cobre, entre otros, cuyas moléculas entran en contacto con el H₂O y generan ese color al disolverse en él.

Debido a su alto pH, la habitabilidad de peces en el río resulta inviable, si bien sí que pueden encontrarse en sus aguas microorganismos fotosintéticos adaptados a hábitats extremos y algunas especies de hongos. Esa es, a fin de cuentas, la pregunta que mueve a los científicos que estudian su superficie: si la vida, aunque a escala microscópica, es posible en Río Tinto con su entorno duro y ácido, ¿podría serlo también en Marte?