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Diseño de una base humana en Marte

La técnica que podría hacer posible la colonización de Marte

Según investigadores de la Universidad de Warwick, la clave está en unos dispositivos que capten la luz solar y permitan con ello la fotosíntesis

Es probable que Marte se convierta, en las próximas décadas y siglos, en el primer cuerpo estelar extraterrestre junto a la Luna con una presencia humana sostenida en el tiempo. Por lo pronto, el objetivo a corto plazo de la NASA es hacer realidad el primer viaje al Planeta Rojo para 2040, y aunque todavía se desconoce cómo será exactamente el periplo, no es ningún secreto que la intención es establecer bases que sirvan para investigar sobre el terreno. La cuestión es cómo, habida cuenta de las hostiles condiciones marcianas.

Un reciente estudio publicado por científicos de la Universidad de Warwick (Reino Unido) en la revista Nature Communications sugiere que la clave podría estar en una técnica que permitiera captar la energía solar para que las plantas puedan hacer la fotosíntesis de la misma forma que en la Tierra. Con ello se conseguiría, en consecuencia, facilitar la expansión del ser humano por el espacio de manera sostenible.

El método que proponen consiste en el uso de un dispositivo especial conocido como semiconductor. Estos semiconductores, señalan, se someten a los mismos procesos que mantienen vivas a las plantas en la Tierra: convierten el agua en oxígeno utilizando solo la luz solar mientras reciclan, en paralelo, el dióxido de carbono.

Otra de sus ventajas, subrayan, es que al ser sistemas integrados que usan la energía solar directamente, podrían ahorrar peso en viajes espaciales a largo plazo en comparación con los sistemas tradicionales que se usan actualmente en la Estación Espacial Internacional.

Actualmente existe la necesidad de fuentes de energía eficientes y confiables en el espacio para permitir la exploración de nuestro sistema solar. Así, los autores esperan que la tecnología pueda instalarse en la Luna y Marte para recolectar energía verde que ayude a impulsar cohetes y complementar los sistemas de soporte vital para la producción de oxígeno y otros productos químicos, así como el reciclaje de dióxido de carbono.

Los conocimientos adquiridos en este estudio con respecto a la mejora de la eficiencia de los dispositivos también retroalimentan su optimización para aplicaciones terrestres y brindan información sobre el rendimiento de las células solares tradicionales en el espacio, según los autores.

La profesora asistente Katharina Brinkert, del Departamento de Química, dijo en un comunicado: «La exploración espacial humana enfrenta los mismos desafíos que la transición de energía verde en la Tierra: ambos requieren fuentes de energía sostenibles. Dado que la luz solar está tan abundantemente disponible en el espacio, hemos demostrado cómo esta fuente podría ser se utiliza para recolectar energía, al igual que las plantas en la Tierra, para sistemas de soporte vital para viajes espaciales a largo plazo. La tecnología podría proporcionar una amplia producción de oxígeno y reciclaje de dióxido de carbono tanto en la Luna como en Marte».

«En este estudio finalmente cuantificamos el potencial de dichos dispositivos para uso extraterrestre y brindamos pautas de diseño iniciales para su posible implementación», agregó, por su parte, la profesora asociada Sophia Haussener, de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) de Suiza.