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Piedra de ámbar gris encontrada en el interior del cachalote varadoIUSA-ULPGC

Esta piedra causó la muerte de un cachalote en La Palma y puede valer miles de euros

La necropsia halló en su interior una pieza de nueve kilos de ámbar gris, un material escaso y muy cotizado en el sector de la perfumería

Un cachalote que apareció varado el pasado 21 de mayo en la playa de Nogales, en la isla de La Palma, murió por una obstrucción intestinal provocada por una piedra de ámbar gris, un material de gran valor en la industria de la perfumería y cuya pertenencia y eventual destino es ahora mismo objeto de debate.

La necropsia del cadáver ha determinado que el animal, que pesaba entre cinco y 10 toneladas menos de lo normal para ese tipo de cetáceos –un posible indicador de falta de alimento–, falleció por una pieza de nueve kilos y 60 centímetros de diámetro que le causó un proceso hemorrágico por una inflamación crónica obstructiva a nivel de colon.

¿Qué es el ámbar gris?

El ámbar gris es una secreción biliar de los intestinos del cachalote y puede encontrarse flotando en el mar, en la arena de la costa o, en algunas ocasiones, incluso en el propio abdomen del animal. Es ceroso e inflamable, de color gris mate o negruzco con tonalidades variadas y adquiere un olor peculiar parecido al del alcohol isopropílico a medida que envejece.

Aunque su escasez ha llevado a los perfumistas a buscar componentes sustitutivos, su principal valor radica en que sus propiedades permiten que el aroma perdure durante mucho más tiempo, razón por la que sigue siendo muy cotizado y puede llegar a alcanzar un valor de varios miles de euros en función de su tamaño y estado. Se estima que solo un 1 % de los cachalotes segregan ámbar gris.

En declaraciones al periódico local Canarias7, el científico y catedrático de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Antonio Fernández ha dicho que la piedra «se queda en La Palma sí o sí» y pide que «si vale algo, el Cabildo la venda y reparta el dinero entre la gente que lo necesita», en alusión a las secuelas causadas y todavía perceptibles a día de hoy entre los isleños por la erupción del volcán de Cumbre Vieja. No obstante, la titularidad de la piedra no ha sido todavía resuelta.