Un experto del Pentágono sugiere que hay un serio riesgo de amenaza tecnológica alienígena
Sean Kirkpatrick, que lidera las investigaciones del Pentágono, se toma muy en serio la posibilidad de una sorpresa tecnológica de este tipo
¿Cómo es de posible que seamos sorprendidos por una amenaza tecnológica alienígena? Si nos atenemos a lo que dice y piensa el jefe de la Oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios del Pentágono, la posibilidad no es tan remota.
De hecho, parece ser que la inteligencia estadounidense se toma muy en serio la posibilidad de una sorpresa tecnológica de este tipo. Una aparición exótica, pero potente y bien armada, que deje en nada la defensa militar de la que los terrícolas disponemos.
¿Se trata, por tanto, de un peligro real? El Dr. Sean Kirkpatrick, que lidera las investigaciones del Pentágono sobre más de 800 avistamientos, en una entrevista con ABC News, dice que sí y que no al mismo tiempo. Si bien reconoce que hasta el momento «no han encontrado» nada, cree estar convencido de que no hay evidencias para descartar que estemos solos en el universo.
Según este experto, «la integridad de la ciencia» es esencial a la hora de investigar. «La falta de explicación no es prueba de algo más allá de nuestra comprensión actual».
Ante el Senado
Kirkpatrick compareció el pasado mes de abril ante el Senado de su país para mostrar un vídeo que abre la puerta a una hipotética presencia de naves alienígenas en el sistema solar.
Su informe sobre objetos aéreos no identificados contenía la revelación audiovisual, obtenida a través de un dron de ataque norteamericano.
En él, un MQ-9 Reaper, un dron de control remoto de la Fuerza Aérea de los EE.UU., captura lo que parece un pequeño orbe de apariencia metálica volando sobre Irak sin ningún indicativo de la existencia de motores.
El objeto no identificado modifica su trayectoria en varias ocasiones hasta que acaba saliendo y entrando en el plano de la cámara en varias ocasiones.
Aunque los senadores americanos mostraron su preocupación por si estas máquinas fueran propiedad de Rusia o China y que, por tanto, supusieran un peligro para la seguridad nacional de los Estados Unidos, Kirkpatrick fue por otros fueros.
«Mostramos casos con algún tipo de firma tecnológica avanzada, pero a mí me preocupa cuál es el nexo de unión entre ellos. La mayoría de los casos –en referencia a los 650 objetos aéreos no identificados detectados por pilotos estadounidenses bajo investigación–pueden ser explicados fácilmente con las leyes de la física en la mano, pero hemos priorizado alrededor de la mitad de ellos con un valor interesante de anomalía. Ahora tenemos que revisarlos y preguntarnos cuántos de esos tienen los datos suficientes para ser analizados».