Recreación de Perecetus colossus
Una antigua ballena que alcanzó las 340 toneladas gana el título de animal más pesado de la historia
La ballena azul, que ostenta la marca en la actualidad, puede llegar a pesar la mitad
La ballena azul, un mamífero marino de hasta 30 metros de longitud y 180 toneladas de peso, es actualmente el animal más pesado del mundo, pero una nueva investigación apunta que una antigua rama extinta podría haberla superado hace unos 39 millones de años.
Así lo determina Eli Amson, del Museo Estatal de Historia Natural de Stuttgart (Alemania), y su equipo tras modelar un esqueleto parcial descubierto en el sur de Perú y cuyas medidas se proyectan como superiores a las del majestuoso cetáceo que ostenta actualmente el título.
Con una masa corporal que, según los cálculos de los científicos, podría haber oscilado entre las 85 y las 340 toneladas (es decir, el doble que la de la especie con la que se la compara), los autores la han bautizado Perecetus colossus y han extraído sus dimensiones a partir de un esqueleto que incluye 13 vértebras, 4 costillas y un hueso de la cadera.
«Dado que la masa corporal estimada iguala o supera la de la ballena azul, esta nueva especie desafiaría el estatus de esta última como el animal más pesado que jamás haya existido», señalan en la revista Nature.
Gigantismo
Además de ‘destronar’ a la ballena azul, los hallazgos sugieren por otra parte que la tendencia al gigantismo en los mamíferos marinos puede haber comenzado antes de lo que se pensaba.
Registros anteriores habían identificado, en este sentido, adaptaciones a un estilo de vida acuático, que incluyen una tendencia hacia el crecimiento anormal y a un aumento de la masa corporal. Pero el nuevo descubrimiento indica que los cetáceos habían alcanzado su masa corporal máxima unos 30 millones de años antes de lo que se asumía anteriormente, y que las características de P. colossus estaban plenamente adaptadas a un medio acuático.
La flotabilidad asociada al aumento de la masa ósea es coherente con un estilo de vida en aguas poco profundas, lo que apoya la teoría de que los basilosaúridos como Colossus estaban «hiperespecializados» para este tipo de entorno costero, al tiempo que arroja más luz sobre este orden de animales antiguos.