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Representación del exoplaneta K2-18 b junto a su estrellaESA/Hubble, M. Kornmesser

Hallan una molécula en la atmósfera de un exoplaneta que solo puede ser producida por la vida

La posible detección de sulfuro de dimetilo desata la ilusión entre los científicos

Sulfuro de dimetilo. Estas tres palabras han desatado la ilusión entre los científicos por la posibilidad de que haya vida en un planeta a 120 años luz de la Tierra.

Aunque las indagaciones están lejos todavía de ser concluyentes, el hecho de que el telescopio espacial James Webb haya observado en el lejano exoplaneta K2-18b moléculas portadoras de carbono, según reveló la semana pasada un estudio publicado en The Astrophysical Journal, resulta cautivador para los investigadores.

Porque además del metano y dióxido de carbono descubiertos, una de las partículas más interesantes es el DMS, siglas por las que se conoce al sulfuro de dimetilo, si bien se necesita todavía confirmación definitiva de su presencia.

«En la Tierra, el DMS sólo es producido por la vida. La mayor parte del mismo en la atmósfera terrestre es emitido por el fitoplancton en ambientes marinos», expone a la BBC el profesor de la Universidad de Cambridge Nikku Madhusudhan, director de la investigación. Se trata, asegura el trabajo, de la primera vez que se detecta DMS fuera de nuestro planeta.

De confirmarse su presencia atmosférica, Madhusudhan asegura que se trataría de «un gran asunto». De la misma forma, el doctor Robert Massey, director adjunto de investigación de la Real Sociedad Astronómica de Londres, declaró a la BBC que, aunque es preciso guardar cautela, recibía el posible descubrimiento con entusiasmo.

El telescopio espacial James Webb observa las composiciones químicas atmosféricas de planetas distantes analizando la luz que pasa a través de su atmósfera, la cual contiene las firmas químicas de las moléculas en ella presentes.

En el caso de K2-18b, que orbita una estrella enana fría y fue descubierto en 2015, se trata de un posible planeta Hycean, lo que significa que tiene potencial para poseer una atmósfera rica en hidrógeno y una superficie cubierta de océanos de agua. Sin embargo, este tipo de planetas no tienen nada que ver con los que existen en el sistema solar, por lo que el debate sobre su naturaleza es amplio entre los científicos.

Pese al hallazgo de moléculas de carbono y de estar en la zona de habitabilidad de su estrella, la Agencia Espacial Europea (ESA) advierte de que esto no significa necesariamente que el planeta pueda albergar vida.