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Edificios colapsados por un terremoto en EcuadorFlickr

Investigadores españoles crean un dispositivo para aumentar la seguridad de los edificios en caso de terremoto

Los autores matizan que la novedad no está en el concepto, que existe y se emplea desde finales del siglo pasado, sino en el «tipo» de tecnología empleada

Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) han patentado un dispositivo que aumenta la seguridad de los edificios frente a los terremotos, que consiste en un disipador de energía capaz de controlar las vibraciones que experimenta una construcción bajo la acción de terremotos tanto moderados como extremos.

Los autores del proyecto son investigadores del grupo Ingeniería Sísmica de la UPM, que tratan de ayudar a «reducir o incluso eliminar» los daños provocados por terremotos moderados y extremos mediante un aparato que «es capaz de absorber la energía» que introducen tanto sismos frecuentes de baja intensidad, como los terremotos muy severos, explica la UPM en una nota.

Recuerda que los terremotos extremadamente intensos se dan «en muchas partes del mundo» pero «sus efectos son muy distintos», y la diferencia la marca, entre otras cuestiones, el uso o no de tecnologías avanzadas (como los disipadores de energía) capaces de controlar la respuesta de un edificio evitando la pérdida de vidas humanas y minimizando los daños materiales.

Los investigadores matizan que la novedad no está en el concepto, que existe y se emplea en edificios desde finales del siglo pasado, sino «en el tipo de dispositivo empleado».

El nuevo disipador desarrollado por los investigadores de la UPM Amadeo Benavent, David Escolano, Julio Arcos y Hermes Ponce, combina una primera parte de cuyo comportamiento depende de la velocidad, y otra que depende del desplazamiento; de manera que el dispositivo «es eficaz ante sismos de muy distinta intensidad».

La parte que depende de la velocidad emplea un nuevo material viscoelástico similar al neopreno desarrollado y analizado de manera conjunta por el grupo de investigación de la UPM e investigadores de la Universidad de Vyatka (Rusia) encabezados por el profesor Yuriy Yurkin.

Por su lado, la parte que depende del desplazamiento disipa energía mediante la plastificación del acero de las caras de tubos metálicos dispuestos telescópicamente, entre los cuales se disponen las láminas de material viscoelástico.

El comportamiento del nuevo disipador se ha investigado numérica y experimentalmente, tanto de forma aislada como instalado en estructuras de hormigón armado que se sometieron a ensayos dinámicos con el simulador sísmico de la Universidad de Granada, añade la UPM.

Con todo ello, se ha validado y verificado la capacidad del nuevo disipador para controlar los movimientos del edificio ante sismos de muy diferente intensidad, concluyen los autores.