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Un ajolotePxHere

Descubren cómo los ajolotes regeneran sus extremidades, lo que acerca la posibilidad de lograrlo en humanos

La especie, oriunda de México, lleva años en el punto de mira de los científicos por su extraordinaria capacidad

El ajolote es un pequeño anfibio oriundo de México que lleva décadas en el punto de mira científico por una capacidad única: son capaces de regenerar todas sus extremidades y parte de sus tejidos gracias a las células madre pluripotentes –es decir, no especializadas y capaces por tanto de convertirse en cualquier tipo de célula– que poseen y a una serie de mecanismos biológicos. Estudiar a fondo este proceso podría ser clave para conseguir algo similar algún día en humanos, y esa meta podría estar más cerca tras los avances logrados por científicos de Suiza y Alemania.

Los expertos, pertenecientes a la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) y la Universidad Técnica de Dresde, han publicado un estudio en la revista Nature Communications en el que aseguran haber descubierto dichos mecanismos de regeneración, y remarcan las «enormes implicaciones para la medicina en humanos» que ello conlleva.

Los investigadores elaboraron transcriptomas (listados completos de todas las moléculas de ARN) de este animal, que compararon con los de humanos, ratones, pollos y ranas, lo que les ha permitido determinar las diferencias genéticas que permiten al anfibio mexicano regenerar sus extremidades.

La clave, según los científicos, es la ausencia en estos anfibios emparentados con las salamandras de una estructura denominada cresta ectodérmica apical (AER por sus siglas en inglés), que en los embriones de la mayoría de los mamíferos organiza el crecimiento de las extremidades.

Los ajolotes tienen células similares a las del AER, pero en el proceso de regeneración de una extremidad se dividen en distintos tipos de células, un descubrimiento que según los expertos «permitirá explorar nuevas estrategias en mamíferos, incluido el ser humano».

«Descubrimos que esta especie usa diferentes tipos de células durante el proceso de regeneración, lo que sugiere que puede haber diversos métodos para lograr ésta», resumió el experto Jixin Zhong, autor principal del estudio y estudiante de doctorado en EPFL.

El animal, ya venerado por los aztecas (que lo utilizaban como alimento y aprovechaban sus propiedades curativas), está en grave peligro de extinción debido al deterioro de su hábitat, las zonas lacustres del centro de México.