Saturno
Los anillos de Saturno dejarán de ser visibles en 2025
La entrada del gigante gaseoso en un nuevo período orbital inclinará el planeta, lo que afectará a su perspectiva desde la Tierra
Los majestuosos anillos de Saturno dejarán de ser visibles desde la Tierra en marzo de 2025 y no volverán a apreciarse en todo su esplendor hasta pasados varios años.
La razón estriba en el nuevo período orbital en el que se dispone a entrar el gigante gaseoso. Debido a su inclinación, Saturno se tambalea acercándose y alejándose del Sol. Ese tránsito provocará que los anillos se vean completamente de canto desde nuestro planeta para la primavera de dentro dos años.
De esta forma, la actual inclinación de 9 grados se habrá reducido a solo 3,7 para 2024, lo que ocurrió por última vez en 2009 y, anteriormente, en 1996. En marzo de 2025, la inclinación será de 0 grados, lo que hará que la visión de los anillos equivalga a la de «un folio colocado en el extremo de un campo de fútbol», según explica el portal Earth.com.
A partir de ese momento, el polo sur de Saturno se irá inclinando progresivamente hacia la Tierra, lo que permitirá ver la parte inferior de los anillos por primera vez en más de una década. La inclinación llegará a su apogeo en 2032, con un ángulo de 29 grados.
Los anillos de Saturno, formados por fragmentos de hielo, roca y polvo atrapados por la atracción gravitacional del planeta, se extienden a hasta 140.000 kilómetros en algunos puntos. Sin embargo, su altura es de apenas 100 metros, por lo que al verse de lado resultan prácticamente invisibles desde los 1.200 millones de kilómetros que los separan de la Tierra.
Evolución de la vista de Saturno desde la Tierra en 2023, 2024 y 2025
Pese al ‘parón’ en la visión de los anillos, los astrónomos apuntan que la perspectiva provocada por esa inclinación supondrá al mismo tiempo un momento idóneo para observar algunas de las más de 100 lunas del planeta.
Esta 'desaparición' de las famosas estructuras de Saturno ocurre entre 13,7 y 15,7 años.
Evolución de los anillos
Los científicos todavía no tienen un consenso claro sobre la edad de los anillos: algunos creen que se formaron hace miles de millones de años, en paralelo al nacimiento del sistema solar, mientras que otros aseguran que son relativamente jóvenes.
La NASA, con su sonda Cassini, descubrió que los anillos están perdiendo cientos de kilos de masa por segundo debido a un fenómeno causado por la radiación solar, lo que derivará en su eventual desaparición dentro de algunos cientos de millones de años.
