La NASA aplaza otra vez el lanzamiento del satélite PACE debido al mal tiempo
La misión ayudará a evaluar la salud de los océanos y también continuará las mediciones clave relacionadas con la calidad del aire y el clima
La NASA y SpaceX aplazaron por segunda vez el lanzamiento, previsto para este miércoles, desde Florida (EE.UU.) del satélite PACE que estudiará los océanos y la atmósfera debido a los fuertes vientos que han impedido las pruebas previas al despegue.
La agencia espacial estadounidense había programado para la 1.33 hora local (6.33 GMT) del miércoles el despegue de esta misión, y ahora será a la misma hora pero del jueves, según la página web de SpaceX.
La misión ya se había aplazado la madrugada de este martes por el mal tiempo y hoy contaba con un 50 % de condiciones climatológicas favorables para lograrlo el miércoles. SpaceX además detalló que hay una posibilidad de que el lanzamiento sea el viernes.
El satélite se mantiene en el carenado de un cohete Falcon 9 de SpaceX, en una plataforma de la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, en el centro de Florida. «El vehículo y la carga útil se mantienen en buen estado y los equipos seguirán atentos a las condiciones meteorológicas», detalló SpaceX en su cuenta de X.
Una vez en el espacio, este revolucionario satélite, que costó casi 880 millones de euros y tiene una vida útil de tres años (aunque combustible para mantenerse hasta 10 años), se ubicará a 676,5 kilómetros, es decir aún a mayor distancia de donde orbita la Estación Espacial Internacional (EEI).
PACE (acrónimo inglés para Plancton, Aerosoles, Nubes y Ecosistemas Oceánicos) ampliará y mejorará los más de 20 años de observaciones globales por satélite de la NASA del océano, los aerosoles atmosféricos y las nubes, e iniciará un conjunto avanzado de registros de datos relevantes para el clima.
Al determinar la distribución del fitoplancton, la misión ayudará a evaluar la salud de los océanos y también continuará las mediciones clave relacionadas con la calidad del aire y el clima. El fitoplancton es solo el 1 % de la masa vegetal total del planeta (incluida la terrestre), pero sin embargo «genera ese 50 % a 60 % de oxígeno que tenemos disponible en el planeta», dijo a EFE el lunes pasado la oceanógrafa de la NASA Violeta Sanjuan.
Los efectos del cambio climático en el océano son numerosos, desde la subida del nivel del mar hasta las olas de calor marinas, pasando por la pérdida de biodiversidad. Con PACE, los investigadores podrán estudiar su efecto en la vida marina en su forma más pequeña. Los satélites actuales son capaces de revelar la cantidad de fitoplancton, las diminutas plantas y algas que sostienen la red alimentaria marina, en la superficie del océano, pero no detectan la diversidad de especies, lo que sí hará esta misión de la agencia espacial estadounidense.
El foco de estudio para este satélite, de casi 1.700 kilos de peso, es una combinación de sistemas terrestres, como dijo el pasado domingo durante una teleconferencia Jeremy Werdell, científico de la misión. «No es una misión oceánica, no es una misión atmosférica, no es una misión terrestre, es una misión que incluye todas esas cosas», agregó.