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El huevo de 1.700 años descubierto en 2010Oxford Archaeology

Encuentran intacto un huevo de gallina de 1.700 años en Reino Unido

Fue depositado en un pozo durante la época romana

Cuando se lleva a cabo una excavación arqueológica, es frecuente encontrar objetos más o menos habituales y comunes a casi todas ellas: herramientas, armas, joyas, objetos de cocina, textos, huesos, pinturas…

Lo que no es tan normal sería encontrar no uno, sino varios huevos intactos y en perfecto estado que han logrado resistir el paso de los siglos, con todo lo que ello puede conllevar, sin el menor rasguño (más allá del lógico deterioro causado por la huella del tiempo).

Hace ahora 14 años, en 2010, un equipo de arqueólogos que trabajaba en un pozo de la época romana durante una excavación en Buckinghamshire (Reino Unido) logró lo ‘imposible’: además de una canasta tejida, vasijas de cerámica, zapatos de cuero y huesos de animales, los investigadores hallaron un alijo de cuatro huevos de gallina moteados.

Pese a retirarlos con extremo cuidado para su estudio, tres de ellos se rompieron, liberando un intenso olor a azufre, pero uno se conservó íntegro. Tiene 1.700 años y ha sido bautizado como el «huevo de Aylesbury». Tras examinarlo, se ha descubierto que todavía alberga líquido (se cree que es una mezcla de yema y albúmina) en su interior, lo que puede revelar secretos sobre el ave que lo puso hace casi dos milenios.

«A menudo encontramos trozos de cáscara, pero no huevos intactos», dijo Edward Biddulph, director senior de proyectos de Oxford Archaeology, que supervisó la excavación y afirmó que es el único inalterado de la época romana en Gran Bretaña.

«El huevo resultó ser aún más sorprendente. Todavía contenía su líquido, la yema y la clara. Podríamos haber esperado que se hubiera filtrado a lo largo de los siglos, pero todavía está allí. Es absolutamente increíble. Puede que sea el huevo más antiguo de su tipo en el mundo», añadió.

¿Cómo llegó allí?

El objeto, según Biddulph, fue colocado deliberadamente en un hoyo que se había utilizado como pozo para maltear y elaborar cerveza. «Esta era una zona húmeda al lado de una calzada romana. Es posible que los huevos se colocaran allí como ofrenda votiva. La canasta que encontramos pudo haber contenido pan». Según recoge The Guardian, el huevo ha sido trasladado al Museo de Historia Natural de Londres.

Pese a que hay huevos más antiguos con contenido, como los momificados, Douglas Russell, curador principal de la colección de huevos y nidos de aves del museo, dijo que se creía que este era el más antiguo conservado de manera involuntaria. «El huevo es uno de los hallazgos arqueológicos más interesantes y desafiantes de investigar y conservar. Ser el cuidador e investigador temporal de este huevo romano es uno de los aspectos más destacados de mis 40 años de carrera».