Tesoro de Villena
Descubren que algunas piezas de un antiguo tesoro español están hechas con «material extraterrestre»
El Tesoro de Villena tiene alrededor de 3.500 años y ha estado siempre rodeado de misterio
Descubierto en 1963 en una gravera de la provincia de Alicante, el Tesoro de Villena constituye uno de los conjuntos de orfebrería de la Edad del Bronce más destacados de toda Europa. La colección, que se conserva en el museo arqueológico de la localidad alicantina que le da nombre, se compone de 59 objetos de oro, plata, ámbar y hierro que, en total, suman un peso de casi 10 kilogramos.
El misterio siempre lo ha rodeado, tanto por su falta de relación con la mayor parte de los yacimientos arqueológicos de su entorno como por el desconocimiento sobre el periodo exacto de la Edad del Bronce al que pertenece. Ahora, un estudio ha despejado la segunda incógnita, al descubrir que data de la Edad del Bronce tardío (1400-1200 a.C.), pero ha añadido otra capa de intriga a su enigmático aura: parte del Tesoro fue labrado con el hierro de un meteorito.
De hecho, lo cierto es que ya en su día se describió que las piezas parecían fabricadas con «un metal plúmbeo oscuro, brillante en algunas áreas y cubierto con un óxido ferroso agrietado». Con ese precedente, un análisis de espectrometría de masas ha confirmado que dos de las piezas (un brazalete y una esfera) están hechas de hierro meteorítico.
El trabajo, titulado ¿Hierro meteórico en el Tesoro de Villena?, y realizado por los investigadores Salvador Rovira-Llorens, Martina Renzi e Ignacio Montero-Ruiz, del Museo Arqueológico Nacional, del Diriyah Gate Development Authority (Arabia Saudí) y del Instituto de Historia del CSIC, respectivamente, ha sido publicado en la revista Trabajos de Prehistoria (CSIC).
Teorías
Los autores se inclinan por la posibilidad de que las piezas hubieran sido parte de un tesoro comunitario en lugar de pertenecer a un solo individuo –como por ejemplo un rey–, habida cuenta de que en la época a la que corresponden no existían los reinos en la Península Ibérica.
El análisis mediante espectrometría, al mismo tiempo, reveló trazas de aleación de hierro-níquel en ambas piezas, lo que sugiere que podrían haber sido forjadas a partir del mismo meteorito.
Aunque no se ha podido determinar el origen exacto o el fabricante de las piezas, el nuevo dato revela nueva información sobre las prácticas metalúrgicas en la Edad del Bronce (cuyas culturas tenían una gran capacidad de adaptación e innovación, a tenor de las técnicas requeridas para trabajar con este material)