¿Por qué han desaparecido de internet dos millones de artículos científicos?
Una investigación revela que más de un cuarto de los estudios no se conservan en archivos digitales
Más del 25 % de los artículos científicos que se publican no se archivan ni se conservan virtualmente, de tal forma que no pueden recuperarse ni consultarse en caso de que así se desee.
Así lo ha descubierto Martin Eve, investigador en literatura, tecnología y publicaciones de la Universidad de Londres, tras haber muestreado un depósito de siete millones de artículos para comprobar su disponibilidad.
En concreto, Eve realizó una selección aleatoria de 1.000 estudios de un total de 7.438.037, y descubrió que el 28 % de ellos (lo que en términos relativos equivaldría a más de dos millones) no aparecieron en un archivo digital.
«Toda nuestra epistemología de la ciencia y la investigación se basa en la cadena de notas a pie de página», explica Eve, en alusión a la necesidad de contrastar y verificar los artículos citados por otros autores, un pilar básico en el mundo académico.
Artículos DOI
El investigador, que publicó su trabajo en la revista Journal of Librarianship and Scholarly Communication, hizo sus pesquisas en artículos con DOI (Digital Object Identifier), una cadena de números, letras y símbolos que se emplea para identificar un artículo o documento y proporcionarle una URL permanente.
En este sentido, Eve reconoce que su investigación presenta algunas limitaciones al haberse centrado solo en este tipo de documentos y no en el resto de repositorios digitales, por ejemplo los institucionales. Con todo, sus hallazgos han sido aceptados y bien acogidos por especialistas en conservación.
Toda nuestra epistemología de la ciencia y la investigación se basa en la cadena de notas a pie de páginaInvestigador en literatura, tecnología y publicaciones de la Universidad de Londres
«Muchos asumen ciegamente que si tienes un DOI, tu trabajo estará ahí para siempre. Pero eso no significa que el vínculo siempre funcionará», dice Mikael Laakso, investigador de la Escuela de Economía Hanken de Helsinki, que en 2021 descubrió, junto a otros colegas, que más de 170 revistas de acceso abierto habían desaparecido de internet entre 2000 y 2019.
«Todo el mundo piensa en los beneficios inmediatos que se pueden obtener al publicar un artículo en alguna parte, pero en realidad deberíamos pensar en la sostenibilidad a largo plazo del ecosistema de investigación. Cuando ya lleves muerto 100 años, ¿podrá la gente tener acceso a las cosas en las que has trabajado?», señala Eve, quien también sugiere medidas para subsanar este 'sumidero científico', como requisitos más estrictos en las agencias de registro DOI o mayor concienciación de editores e investigadores sobre este problema.