¿Por qué la empresa Colossal Biosciences quiere 'desextinguir' al mamut lanudo?
Dirigida por el genetista George Church, promete haber engendrado uno para finales de esta década
‘Desextinguir’ un mamut lanudo –nótense las comillas para resaltar la imposibilidad de conseguirlo en el sentido estricto de la palabra– es el colosal reto en el que trabaja contra viento y marea desde hace varios años la empresa biotecnológica Colossal Biosciences, fundada por el genetista George Church en 2021.
‘Desextinguir’ porque, más allá del uso publicitario del término, lo que se pretende en realidad es cruzar el ADN que se ha podido recuperar de restos de mamut congelados en la tundra con el de un elefante asiático –la especie viva genéticamente más parecida al animal desaparecido hace unos 4.000 años por la caza excesiva–.
En caso de lograrlo –recientemente la empresa anunció un importante avance en ese camino–, el resultado sería una nueva especie de «elefante resistente al frío con todos los rasgos biológicos principales de un mamut lanudo». «Caminará, se parecerá y sonará como uno, pero lo que es más importante, podrá habitar el mismo ecosistema abandonado por la extinción del mamut», promete la página web de Colossal.
Ese es, entre otros, la principal motivación de Church y su empresa para hacer realidad un sueño que se remonta a hace más de una década. Y de la que muchos colegas, dicho sea de paso, albergan serias dudas éticas al respecto.
En su web, Colossal enumera los motivos para justificar su proyecto:
- Desacelerar el derretimiento del permafrost ártico.
- Prevenir la emisión de gases de efecto invernadero atrapados en la capa de permafrost (lo que, aseguran, supondría hasta 600 millones de toneladas anuales menos de carbono).
- Reconvertir lo que ahora son bosques con sobrepoblación de árboles en pastizales árticos naturales, lo que también ayudaría, dicen, a controlar las emisiones de carbono.
- Restaurar la estepa de mamut, un bioma ya desaparecido y que se extendía por buena parte del mundo.
- Alentar un ecosistema que pueda defenderse contra el cambio climático.
- Comprender los rasgos dominantes hallados en los genomas de animales adaptados al frío.
- Salvar a los elefantes modernos de la extinción.
- Realizar avances en las tecnologías de edición genética.
Escepticismo
Pese a que Church está convencido de que para 2028 se habrá logrado el primer ‘mamut’ (o ‘mamufante’, como lo llaman coloquialmente los entendidos en la materia), Carles Lalueza-Fox, biólogo español experto en técnicas de recuperación de ADN, alberga numerosas dudas al respecto. «Únicamente el embarazo de los proboscídeos ya dura dos años. Dado que nada de lo que proponen pasaría ahora mismo ningún comité ético en un país occidental, no es posible. Estoy totalmente convencido que ellos lo saben», contesta por correo electrónico a El Debate.
Pese a que valora la investigación en técnicas de ‘desextinción’ como un cauce para conseguir avances científicos que también podrían aplicarse a otras cuestiones, también cree que «la recuperación del mamut como excusa para la restauración ecológica es probablemente el peor ejemplo». La razón, dice, es que «se podría conseguir el mismo efecto de restauración del ecosistema de estepa mamútica con rebaños de bisontes o de caballos, por ejemplo». Aun así, añade, «sí que es cierto que hay ecosistemas que podrían restaurarse con ejemplos de desextinción, como plantas que han perdido polinizadores muy especializados».
Por el momento, parece, habrá que conformarse con el ‘mamut’. Si es que llega a haberlo.