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Avistamiento de un supuesto 'ovni' sobre una base militar de California en 2021

Por qué la mayoría de avistamientos de ovnis se producen en el oeste de EE.UU.

Un estudio investiga las causas y lo atribuye a una serie de factores

El fenómeno ovni eclosionó en Estados Unidos en los años 40 del pasado siglo y desde entonces se ha convertido en el país más obsesionado con la ufología del mundo.

Dentro de su vasto territorio el oeste es, de hecho, la región donde más avistamientos se producen, de acuerdo a un conjunto de 98.000 informes catalogados a lo largo de 20 años en el Centro Nacional de Investigación OVNI (Nuforc), y un estudio publicado en Scientific Reports ha descubierto por qué.

Según la investigación, dirigida entre otros por el geógrafo de la Universidad de Utah Richard Medina, los avistamientos reportados coinciden con variables ambientales como la nubosidad y la contaminación lumínica, así como con la proximidad de aeropuertos e instalaciones militares en los lugares en los que se registran.

El oeste es, en general, un lugar que descolla por sus amplios espacios abiertos y un clima cálido y templado a lo largo de todo el año, lo que atrae a la gente a realizar actividades recreativas al aire libre y a estar, por tanto, más expuesta a lo que ocurre en el cielo.

El informe sugiere que la relación del oeste con símbolos de la ufología como el Área 51 de Nevada, que durante años se ha vinculado sin pruebas a todo tipo de teorías conspirativas sobre extraterrestres; o el famoso incidente de Roswell (Nuevo México) de 1947, sobre el que una parte de la población sigue creyendo que el Gobierno recuperó restos de un platillo volante y lo ocultó, han hecho del occidente estadounidense un lugar muy arraigado en este tipo de creencias.

Menos en el centro y el sur

Medina explica que, cuando comenzaron la investigación, los autores pensaron que la cantidad de avistamientos iría aumentando progresivamente con el tiempo gracias al avance de internet y las mejoras en la capacidad de informar. «Pero eso no es lo que vemos». En su lugar, lo que observan son «patrones realmente únicos» sobre los que no están «seguros de cómo explicarlos». El máximo de avistamientos registrados se produjo en 2014, con un total de 8.000 en la base de datos de Nuforc. Y en comparación con el oeste, en el centro y el sur de EE.UU. apenas hay casos notificados. «Realmente no sabemos en este momento por qué hay menos avistamientos en el sur. Los resultados que obtenemos están respaldados por la investigación, pero aún así podríamos estar equivocados», añadió.

Medina subraya que explicar el contexto ambiental en que se producen estos avistamientos puede ayudar a los científicos a distinguir cuáles de ellos pueden representar una amenaza real. «Hay más tecnología en el cielo que nunca, por lo que la pregunta es: ¿qué está viendo en realidad la gente? Es una pregunta difícil de responder y es importante hacerlo, porque cualquier incertidumbre puede ser una amenaza potencial a la seguridad nacional», dijo el geógrafo en un comunicado.

Tras el primer trabajo, Medina y su equipo se centran ahora en indagar si existen patrones temporales en los datos de Nuforc, así como en investigar si existe una correlación entre los avistamientos reportados y la actividad de drones y globos, así como otros aspectos socioculturales, informa el portal Space.com.