Los quebraderos de cabeza de la NASA para traer muestras de Marte: «La planificación ha sido desastrosa»
Jorge Pla-García, miembro de varias misiones de la agencia en el Planeta Rojo, disecciona el cambio de planes sobre el diseño de la Mars Sample Return anunciado el lunes
A Jorge Pla-García (Madrid, 1980), investigador del Centro de Astrobiología y miembro de varias de las misiones de la NASA en Marte, la decisión anunciada por la agencia estadounidense esta semana al respecto no le ha cogido por sorpresa. Ni a él ni a muchos de sus compañeros.
El lunes, el administrador de la entidad, Bill Nelson, compareció en rueda de prensa para confirmar lo que casi todo el mundo temía: la misión Mars Sample Return (Retorno de Muestras de Marte; MSR), a la que la NASA lleva años dando vueltas y que tiene por objeto traer de vuelta a la Tierra fragmentos y partículas de la superficie marciana, excede el presupuesto hasta ahora diseñado, de tal forma que para lograr su consecución será necesario repensarla y ajustarse a unos plazos más realistas.
La decisión de reconfigurar la misión (incluso de cancelarla, entre los más pesimistas) llevaba meses intuyéndose. Concretamente desde septiembre, cuando una auditoría externa independiente certificó que su coste no sería de entre 5.000 y 7.000 millones de dólares, como estimaba la NASA, sino de entre 8.000 y 11.000. Además, tampoco era plausible tener las muestras de vuelta para principios de la década de 2030, ni siquiera antes de 2040. En su comparecencia del lunes, Nelson asumió públicamente tanto el varapalo presupuestario como el temporal, y por ello, dijo, la agencia abrirá una convocatoria para que las empresas del sector sugieran nuevas ideas para traer las muestras a un menor coste.
«La planificación ha sido desastrosa», dice sin pelos en la lengua Pla-García, quien desde tiempos del róver Curiosity (que amartizó en 2012) forma parte de los equipos que operan diversos instrumentos de vehículos de la NASA en Marte. «Nunca tuvieron claro cómo diseñar la misión de forma que fuera sostenible, así que han ido poniendo parches cuando veían que sus planes no eran factibles».
Actualmente, los esquemas de la NASA pasan por enviar un aterrizador que recolecte las 30 muestras de la superficie que desde 2021 se está encargando de seleccionar el róver Perseverance y las lleve a la órbita marciana para transferirlas a otro vehículo –fabricado por la Agencia Espacial Europea (ESA)–, que sería el encargado de transportarlas a la Tierra. Sin embargo, el diablo está en los detalles, y es ahí donde la logística de la NASA lleva tiempo haciendo aguas respecto a la infraestructura necesaria para ejecutar la misión correctamente dentro de los márgenes presupuestarios correspondientes.
Por el retrovisor, y mientras desacelera la marcha, la agencia estadounidense ve acercarse a paso raudo y firme a China, que pretende llevar a cabo su propia maniobra de recogida y retorno de muestras con un enfoque más sencillo y, por tanto, menos costoso. «De una manera fácil de explicar podría decirse que lo que van a hacer va a ser ir, tocar, coger y volver. No es que vayan a coger lo primero que vean, pero casi. A diferencia de la NASA y la ESA, van a enviar de una sola vez el orbitador y el aterrizador que deben recoger las muestras y traerlas. En un principio querían hacerlo en 2028 para tener las muestras de vuelta en 2031, pero finalmente han dicho que no les va a dar tiempo, así que esperarán hasta la siguiente ventana de lanzamiento, a finales de 2030-principios del 31, para lanzar los vehículos y recibir las muestras en 2033», dice Pla-García, quien está casi convencido de que China se adelantará a EE.UU. en dicha gesta, y quién sabe si también en la de poner un pie humano de nuevo en la Luna.
Otra diferencia entre el plan chino y el de la NASA tiene que ver con el inventario: si el Perseverance seleccionará minuciosamente 30 muestras (está por ver si, con las nuevas dificultades presupuestarias, el número de piezas y fragmentos que regresaría a la Tierra se vería finalmente reducido), el aterrizador chino dispondrá de un taladro para extraer muestras del subsuelo, donde se cree que pueden estar los fragmentos más interesantes.
China traerá muestras de Marte antes que EE.UU.Miembro de varias misiones de la NASA en Marte
«La posibilidad de que haya algo vivo actualmente en Marte es muy remota. Por un lado, por la radiación ultravioleta solar y la radiación cósmica, muy dañina para el ADN y de las que la débil atmósfera marciana no protege. Por el otro, porque todo el suelo del planeta está espolvoreado por unas sales llamadas sales de perclorato, que tienen muchísimo cloro. Si sumas la radiación con el cloro es muy difícil pensar que haya algo vivo, pero nuestros anhelos están en el subsuelo. Así que si hay algo vivo, aunque yo lo dudo bastante, tiene que estar ahí, aislado de la radiación y las sales de perclorato, y donde además se sabe que hay hielo de agua», expone el investigador, que de hecho también forma parte del equipo de aterrizaje de MSR.
Analizar en la Tierra las muestras de suelo marciano brindaría una ventaja importante, puesto que los róveres que exploran el suelo marciano fueron construidos hace ya varios años y la tecnología ha mejorado considerablemente desde entonces. En cualquier caso, la esperanza con ellas será certificar si hubo vida en algún momento en Marte.
Aun con todo, Pla-García, no tiene claro que la misión de la NASA vaya a poder llevarse a término. «Por naturaleza soy optimista, pero con el paso de los años me he vuelto también realista. Y esta es una misión tan compleja que lo estoy empezando a ver difícil. No es mi opinión, pero sí que hay algunos rumores que interpretan que este cambio de rumbo de la NASA parece más bien una huida hacia adelante para intentar ganar tiempo o para esperar a que la situación económica de EE.UU. mejore o que el paradigma político cambie».
Es posible que las muestras más interesantes estén en el subsuelo
«No es que la misión esté cancelada, pero está congelada. Han mantenido la financiación mínima para pagar a los investigadores, pero es una financiación irrisoria para construir cualquier cosa. Es como si la misión estuviese viva y muerta al mismo tiempo, y por eso lo que se dice es que la congelan ya que el hecho de cancelarla estaría muy mal visto. No obstante, no es descartable que lo hagan. Para mí sería una catástrofe, y me fastidiaría especialmente por todos los compañeros que se han ido al paro, por todos los jóvenes investigadores que han tenido que cambiarse de área de trabajo, por todas las misiones que no han salido y por toda la ciencia que hemos dejado de hacer. Todo por una misión de traída de muestras que tenemos ya en algunos asteroides y que podrían traer los humanos que poco después van a ir a Marte en expediciones de exploración humana».
Aquí, el investigador madrileño critica el hecho de que los retrasos, el abultado presupuesto y la «mala planificación» de la MSR han supuesto la cancelación de otros proyectos que había planeados para Marte, hasta el punto de que muchos científicos han tenido que abandonar el estudio del Planeta Rojo y cambiar su área de trabajo a otros cuerpos planetarios como Urano, Venus, Neptuno o la luna de Saturno Titán. También el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, uno de los baluartes de la agencia, se ha visto obligado a despedir a gran parte de su plantilla de ingenieros por falta de un presupuesto que ha ido solo para MSR.
¿Musk al rescate?
«Starship tiene el potencial de devolver un gran tonelaje desde Marte en unos 5 años», respondió por lo pronto Musk en una publicación al anuncio de la NASA el lunes.