Las auroras boreales de hace dos fines de semana podrían haber sido de las más intensas en 500 años
Por lo pronto, lo que es seguro es que la tormenta geomagnética que las provocó fue similar en intensidad a las históricas de 1958 y 2003
Las deslumbrantes auroras boreales que se dejaron ver por los cielos de todo el mundo hace dos fines de semana podrían haber sido de las más intensas en los últimos 500 años, según la NASA.
Así lo asegura la agencia espacial estadounidense en un comunicado difundido el pasado jueves, en el que recalca que la tormenta geomagnética del 10 de mayo «puede competir con algunos de los avistamientos de auroras en latitudes más bajas registrados en los últimos cinco siglos, aunque los científicos todavía están evaluando esta clasificación».
Tras el histórico acontecimiento, la NASA se centra ahora en analizar todos los informes ciudadanos sobre avistamientos de auroras a raíz de la tormenta con el fin de determinar su verdadera magnitud.
No será, eso sí, una labor sencilla, ya que, en palabras de Delores Knipp, profesora de investigación en el Departamento de Ciencias de Ingeniería Aeroespacial de Smead e investigadora asociada senior en el Observatorio de Gran Altitud NCAR, en Boulder, Colorado, «es un poco difícil medir las tormentas a lo largo del tiempo porque nuestra tecnología siempre está cambiando». «La visibilidad de las auroras no es la medida perfecta, pero nos permite comparar a lo largo de siglos», añade.
Por lo pronto, sí que parece que la tormenta, que alcanzó el nivel G5, el más extremo, fue similar a otras históricas como las de 1957 y 2003.
Cronología
Entre el 3 y el 9 de mayo, el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA observó 82 erupciones solares notables provenientes de dos manchas solares. Las primeras señales de la tormenta, añade la nota, comenzaron a última hora del 7 de mayo con dos fuertes erupciones. Durante los cuatro días siguientes hubo muchas más, así como al menos siete eyecciones de masa coronal, que se dirigieron hacia la Tierra. Ocho de las llamaradas solares que se registraron en ese periodo fueron de clase X, la más fuerte. Posteriormente, el día 14, el Sol emitió la llamarada solar más grande del actual Ciclo Solar 25, precisa la nota.
Viajando a velocidades de hasta 4,8 millones de km/h, las eyecciones de masa coronal se agruparon en ondas que alcanzaron la Tierra a partir del 10 de mayo, creando una tormenta geomagnética de larga duración que alcanzó la categoría G5, el nivel más alto en la escala de tormentas geomagnéticas, y que llevaba sin tener lugar desde 2003.
«Todas las eyecciones de masa coronal llegaron en gran medida a la vez, y las condiciones eran las adecuadas para crear una tormenta realmente histórica», explicó Elizabeth MacDonald, líder de ciencia ciudadana de heliofísica de la NASA y científica espacial en el Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland.
«Estaremos estudiando este evento durante años. Nos ayudará a probar los límites de nuestros modelos y la comprensión de las tormentas solares», señaló por su parte Teresa Nieves-Chinchilla, directora interina de la Oficina de Análisis del Clima Espacial ‘De la Luna a Marte (M2M)’ de la NASA.