Se pierde el contacto con la única nave que explora Venus
Japón lanzó su sonda Akatsuki en 2010 y desde entonces había realizado importantes contribuciones sobre el planeta vecino
La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) ha perdido el contacto con su sonda Akatsuki, el único vehículo que explora actualmente el planeta Venus, lanzada en 2010 y que entró en la órbita del comúnmente apodado como 'gemelo malvado de la Tierra' en 2015.
A través de un comunicado, la JAXA, que ha recordado que la sonda completó sus operaciones principales en 2018, señala que «después de un largo periodo de tiempo, se ha vuelto imposible establecer comunicación» a pesar de la aplicación de diversas medidas dirigidas a tal fin.
La agencia, que señala que la misión ya ha superado su vida útil en cuatro años y medio y está en su fase final, no da todo por perdido y sigue considerando aun así «medidas futuras» para recuperar la línea.
Akatsuki, dedicada entre otras cosas a estudiar el clima de Venus, fue la primera sonda japonesa lanzada a ese cuerpo celeste y la segunda del país nipón a otro planeta. Aunque llegó a su destino siete meses después de su lanzamiento, no consiguió situarse en su órbita, por lo que entró en la órbita solar en su lugar y no regresó a la de Venus hasta cinco años más tarde.
En concreto, el fallo que imposibilitó la inserción fue que, cuando estaba a solo 550 kilómetros de la superficie venusiana, la sonda no desaceleró lo suficiente para entrar en su órbita por razones desconocidas.
Aunque la JAXA tiró la toalla y dio la misión por perdida en un primer momento, finalmente decidió no rendirse tan rápido e ideó planes para intentar una segunda inserción orbital. Por ello, fue puesta en hibernación con el fin de agotar su vida útil operativa, proyectada en cuatro años y medio.
Contribuciones
Entre las funciones de Akatsuki estaba el estudio de la tóxica atmósfera venusiana, la observación de las nubes y de la meteorología del planeta y la investigación de la superficie (incluyendo su geología y vulcanismo) mediante el uso de diversos instrumentos.
En su tiempo de vida, ha contribuido a ampliar los conocimientos sobre este planeta, incluyendo el descubrimiento de patrones de vientos complejos y de una superrotación atmosférica (esto es, una atmósfera que gira más rápido que la superficie del planeta). Además, también ha sido la primera sonda en observar las nubes de Venus en rango ultravioleta y ha recogido información de alto valor para la comprensión de su atmósfera y su clima extremo.