Centenares personas ha esperado ante el monumento megalítico Stonehenge la salida del sol durante el solsticio de verano.

Este momento se produce cuando uno de los polos de la Tierra tiene su máxima inclinación hacia el sol y en Stonehenge se celebra un festival que atrae a cientos de personas al altar de piedras de 5.000 años de antigüedad para marcar el día más largo del hemisferio norte.