Una eminencia científica en longevidad asegura que el cuerpo humano podría vivir hasta 20.000 años
João Pedro de Magalhães, experto en el estudio del envejecimiento, apunta a la reprogramación celular como forma de alargar la vida
«Hace años hice algunos cálculos y llegué a la conclusión de que si pudiéramos ‘curar’ el envejecimiento humano, la duración media de la vida humana sería de más de 1.000 años. La esperanza de vida máxima, salvo accidentes y muertes violentas, podría llegar a los 20.000 años. Esto puede parecer mucho, pero algunas especies ya pueden vivir cientos de años y, en algunos casos, miles de años. Si pudiéramos rediseñar nuestra biología para eliminar el cáncer y eludir las acciones perjudiciales de nuestro programa de software genético, los beneficios para la salud serían alucinantes».
El enunciado es de João Pedro de Magalhães, catedrático de biogerontología molecular del Instituto de Inflamación y Envejecimiento de la Universidad de Birmingham (Reino Unido), y el contexto, una entrevista de 2023 con la revista Scientific American.
El alargamiento de la vida, mediante el estudio de las enfermedades y el desarrollo de terapias para combatirlas, es una de las principales razones de ser de la ciencia, y aprender a reparar el ADN y reprogramar las células será para Magalhães, una de las mayores eminencias mundiales en el estudio del envejecimiento, la forma de frenarlo.
«Mi hipótesis es que tenemos un conjunto muy complicado de programas similares al de los ordenadores en nuestro ADN que nos convierten en seres humanos adultos. Pero quizá algunos de estos mismos programas, al continuar en la edad adulta, se vuelven perjudiciales», equipara.
Como es sine qua non entre los estudiosos de la longevidad, para dar con la clave es preciso analizar y comprender plenamente el genoma de los animales más longevos que existen, como la ballena de Groenlandia (que puede vivir al menos 200 años). Este animal, por ejemplo, repara el ADN mejor que otras especies, incluida, ni que decir tiene, la humana, amén de que cuenta con genes privilegiados, incluidos algunos con capacidad de suprimir el cáncer y, por tanto, de ralentizar el envejecimiento.
¿Posibilidad a largo plazo?
¿Es por tanto posible reprogramar nuestras células y modificar las células que toman parte en el proceso? Según Magalhães sí, no ahora, pero sí dentro de varios años. Y, al igual que el avance de la medicina ha ido permitiendo década tras década anular ciertas enfermedades antaño tan comunes como letales, el mismo camino podría seguir ese campo, razona el investigador.
«No creo que vayamos a tener pronto un fármaco que ‘cure’ el envejecimiento como la penicilina cura las infecciones. Pero un compuesto llamado rapamicina es bastante prometedor. Alarga la vida entre un 10 y un 15 % en animales, y está aprobado para uso humano, como en receptores de trasplantes de órganos, aunque tiene efectos secundarios», señala, para añadir a continuación: «Soy optimista y creo que desarrollaremos fármacos similares a las estatinas [que reducen el riesgo de enfermedades cardiacas] que tomamos a diario con fines de longevidad. Si pudiéramos ralentizar el envejecimiento humano un 10 % o incluso un 5 %, sería increíble».