El impresionante fenómeno de los siete soles que pudo verse en China: ¿cómo se produce?
El parhelio solo ocurre bajo unas circunstancias determinadas
Como si de una escena de Dune o La guerra de las galaxias se tratara, una estampa que podría ser de otro mundo sorprendió hace unos días a los ciudadanos de la ciudad china de Chengdu, que al observar seguramente atónitos cómo se elevaban sobre el horizonte, en orden y alineados, lo que parecían siete soles, no tardaron en sacar sus teléfonos y grabar una escena de una belleza sin parangón.
Porque, lejos de tratarse de un fenómeno sobrenatural o de un montaje, lo que ocurrió durante los cerca de 60 segundos que, según los testigos, pudo contemplarse el espectáculo desde múltiples ángulos, los ‘siete soles’ fueron en realidad producto de un parhelio, un fenómeno también conocido como «falso sol» o «perro solar», según explica Eltiempo.es, que ocurre cuando la luz solar se refracta en cristales de hielo suspendidos en la atmósfera.
Aunque, tal y como informa la web meteorológica, puede darse en cualquier lugar, es más probable en entornos fríos, donde las condiciones atmosféricas permiten la presencia de cristales de hielo en las nubes. No obstante, si se dan las condiciones requeridas, como la presencia de nubes cirrostratos (que se forman a altitudes superiores a 6.000 metros y normalmente contienen dichos cristales) y un ángulo bajo del sol, es posible que se produzca.
La ilusión óptica de varios soles a ambos lados del sol real se produce al refractarse la luz a través de los cristales de hielo, y tanto su intensidad como el número pueden variar en función de la disposición y el tamaño de los propios cristales. Eso sí, lo más común es ver dos o tres soles adicionales y no siete, razón por la que el parhelio de China ha sido tan impresionante.
A lo largo de los siglos, y al igual que ocurría también con otras manifestaciones celestes, como el paso de cometas, el fenómeno ha sido interpretado de diversas formas por las distintas civilizaciones, desde presagios a señales deíficas.
Si bien es más común durante el amanecer o el atardecer, al estar el sol bajo, en ocasiones puede ocurrir también durante el día, y especialmente en invierno.