Analizan por primera vez una sustancia blanca que impregnaba los cuellos de unas momias chinas
Entre 2002 y 2004, una serie de excavaciones arqueológicas realizadas en el antiguo cementerio Xiaohe, en Xinjuang (noroeste de China), hallaron momias de unos 3.600 años de antigüedad con una extraña sustancia blanca untada en las cabezas y cuellos, que años después fue identificada como queso.
Por primera vez, una investigación publicada esta semana en la revista Cell la ha analizado a fondo la sustancia para confirmar que, efectivamente, se trata de queso de kéfir, ni más ni menos que la muestra más antigua descubierta hasta ahora.
Según detallan los autores, el producto contenía varias especies bacterianas y fúngicas, entre ellas Lactobacillus kefiranofaciens y Pichia kudriavzevii, ambas importantes para fermentar el kéfir. Se cree que con esos granos probióticos se mejoraba la conservación del queso y, al tiempo, se evitaba la intolerancia a la lactosa, que era mucho más común en las sociedades antiguas y sigue siéndolo todavía hoy en la mayor parte de Asia.
«Los alimentos como el queso son extremadamente difíciles de conservar durante miles de años, por lo que esta es una oportunidad única y valiosa. Estudiar el queso antiguo con gran detalle puede ayudarnos a comprender mejor la dieta y la cultura de nuestros antepasados», dijo Qiaomei Fu, autor principal del estudio y paleontólogo del Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología de la Academia China de Ciencias en Pekín.
Oportunidad
Los investigadores también determinaron que los granos de L. kefiranofaciens estaban estrechamente relacionados con otros similares originarios del Tíbet. Al secuenciar los genes bacterianos, los investigadores pudieron «rastrear cómo evolucionaron las bacterias probióticas durante los últimos 3.600 años».
«Nuestras observaciones sugieren que el cultivo de kéfir se ha mantenido en la región de Xinjiang, en el noroeste de China, desde la Edad del Bronce. Además, al examinar los productos lácteos, hemos obtenido una imagen más clara de la vida humana antigua y sus interacciones con el mundo», afirmó Qiaomei.
Con todo, la pregunta de por qué estas momias fueron embadurnadas con queso sigue siendo una incógnita, aunque se barrunta que con las muestras aplicadas se pretendiese continuar con la producción en el más allá.