El cinturón de radiación terrestre, captado con la mayor nitidez jamás lograda
Un instrumento de la sonda Juice captó la imagen mientras se alejaba rumbo a las lunas de Júpiter
La NASA ha capturado la imagen más nítida jamás tomada de los cinturones de radiación de la Tierra: franjas de partículas cargadas atrapadas en el escudo magnético de la Tierra, o magnetosfera.
El instrumento Jovian Energetic Neutrals and Ions (JENI), construido por el Laboratorio de Física Aplicada (APL) de Johns Hopkins, tomó la imagen mientras la sonda Juice de la ESA –en la que está instalado– se alejaba de la Tierra rumbo a las lunas de Júpiter.
Lo que capturó es invisible para el ojo humano. A diferencia de las cámaras tradicionales que dependen de la luz, JENI utiliza sensores especiales para capturar átomos neutros energéticos emitidos por partículas cargadas que interactúan con el gas de hidrógeno atmosférico que rodea la Tierra. El instrumento JENI es la evolución de un instrumento similar en la misión Cassini de la NASA que reveló las magnetosferas de Saturno y Júpiter.
«Tan pronto como vimos las nuevas imágenes nítidas, todos nos saludamos con aplausos», dijo en un comunicado Matina Gkioulidou, directora adjunta de JENI en APL. «Estaba claro que habíamos capturado el vasto anillo de plasma caliente que rodea la Tierra con un detalle sin precedentes, un logro que ha despertado entusiasmo por lo que está por venir en Júpiter».
El 19 de agosto, JENI y su instrumento de partículas acompañante Jovian Energetic Electrons (JoEE) aprovecharon al máximo su breve encuentro de 30 minutos con la Luna. Mientras Juice se acercaba a solo 750 kilómetros sobre la superficie lunar, los instrumentos recopilaron datos sobre la interacción del entorno espacial con nuestro compañero celestial más cercano. Se trata de una interacción que los científicos esperan ver magnificada en las lunas de Júpiter, a medida que la magnetosfera rica en radiación del gigante gaseoso las sobrevuela.
El 20 de agosto, Juice se lanzó hacia la magnetosfera de la Tierra, pasando a unos 60.000 kilómetros sobre el océano Pacífico, donde los instrumentos tuvieron su primera experiencia del duro entorno que aguarda en Júpiter. Al atravesar la cola magnética, JoEE y JENI encontraron el plasma denso y de menor energía característico de esta región antes de sumergirse en el corazón de los cinturones de radiación. Allí, los instrumentos midieron el plasma de un millón de grados que rodea la Tierra para investigar los secretos del calentamiento del plasma que se sabe que alimentan fenómenos dramáticos en las magnetosferas planetarias.
Ahora, después de utilizar la gravedad de la Luna y la Tierra, la trayectoria de Juice se ha ajustado con éxito para un futuro encuentro con Venus en agosto de 2025. Ese sobrevuelo de Venus servirá como una honda gravitacional, impulsando a Juice de regreso a la Tierra y preparándola para dos sobrevuelos adicionales en septiembre de 2026 y enero de 2029. Solo entonces la nave espacial, ahora impulsada a toda velocidad, hará su gran llegada a Júpiter en julio de 2031.