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Fragmento del vídeo que recrea el evento Laschamp publicado por la ESAAgencia Espacial Europea

Recrean el episodio que debilitó el campo magnético de la Tierra hace 41.000 años

El evento Laschamp duró mas de 400 años y se cree que tuvo un impacto sobre el clima y la vida

Hace unos 41.000 años, el campo magnético de la Tierra experimentó una inversión temporal que hizo que nuestro planeta quedase más desprotegido de los rayos cósmicos y expuesto, por tanto, a una mayor radiación que alcanzó la superficie y afectó potencialmente a la vida y al clima.

El episodio, conocido como el evento Laschamp, duró unos 440 años, de los cuales aproximadamente 250 correspondieron al periodo más intenso de debilidad magnética. Durante ese tiempo, el campo magnético se redujo entre un 5 y un 10 % respecto a su intensidad actual antes de volver poco a poco a su orientación original. El evento, descubierto en 1969 en las rocas volcánicas de la región francesa de Laschamp, de donde toma su nombre, es el cambio geomagnético más reciente y documentado en la historia de la Tierra.

Recientemente, científicos pertenecientes a la Universidad Técnica de Dinamarca y el Centro Alemán de Investigación de Geociencias han creado una visualización del evento usando datos de la misión de la Agencia Espacial Europea (ESA) Swarm, centrada en el estudio del campo magnético, y otras fuentes.

Para ello, mapearon el movimiento de las líneas del campo magnético durante el evento y crearon un acompañamiento sonoro utilizando «grabaciones de ruidos naturales, como el crujido de la madera y las rocas al caer, combinados con sonidos familiares y extraños», explica la ESA en un comunicado.

No es la primera vez que se difunde una representación del sonido del campo magnético. En 2022, también científicos de la Universidad Técnica de Dinamarca reprodujeron en una plaza pública de Copenhague una composición sonora con datos extraídos de la misión Swarm que representaba el sonido del campo y su interacción con una tormenta solar. «La intención, por supuesto, no es asustar a la gente: es una forma estrafalaria de recordarnos que el campo magnético existe y que, aunque su estruendo sea un poco desconcertante, la existencia de la vida en la Tierra depende de él», indicó entonces la ESA.