Fundado en 1910
Ctenoforo en el Mediterráneo

Ctenoforo en el MediterráneoWikipedia

Fusionarse para sobrevivir: el instinto de uno de los primeros animales marinos de la Tierra para no extinguirse

Estas investigaciones son fundamentales para lograr avances médicos en humanos

En las profundidades de los océanos hay miles de animales marinos. De algunos de ellos sabemos casi todo. Sin embargo, hay otros que, o no sabemos nada porque aun no se han descubierto, o porque no hay detalles ajustados sobre su evolución o supervivencia. Ahora, gracias a la ciencia, un grupo de investigadores ha desvelado la curiosa capacidad de uno de los primeros animales marinos para vivir tras ser heridos.

Se trata del ctenóforo tentaculado o medusa peine, un organismo platónico originario de las aguas costeras del oeste del océano Atlántico que, según ha descrito el estudio publicado en la revista científica Current Biology, son capaces de unirse a otros de su misma especie para sincronizar rápidamente sus contracciones musculares y fusionar así sus sistemas nerviosos y aparatos digestivos para compartir el alimento y convertirse en un solo ejemplar.

El estudio de los ejemplares de Mnemiopsis leidyi comenzó cuando a los investigadores les llamó la atención un espécimen de un tamaño especialmente grande entre los ctenóforos tentaculados que tenían en un tanque de agua de mar en el laboratorio. No sabían de qué se podía tratar, ya que ellos no tenían otra especie en ese espacio. Tras esto, se pusieron a investigar.

Los científicos, ansiosos por ver de qué se trataba, empezaron a estudiar este raro ejemplar. En este proceso vieron que el ejemplar de más tamaño parecía tener dos extremidades posteriores y dos estructuras sensoriales en lugar de una, por lo que sospecharon que podría ser resultado de la fusión de dos animales. Acertaron.

Para averiguarlo, cogieron a otros individuos, les hirieron, extrayendo de ellos lóbulos parciales, y los colocaron juntos por parejas, viendo que en nueve de cada 10 ocasiones los dos ejemplares acababan fusionados en uno solo, que sobrevivía al menos tres semanas tras la herida.

No fue el único ensayo. En uno nuevo, los expertos pincharon en uno de los lóbulos y todo el cuerpo fusionado reaccionó con una respuesta de sobresalto, lo que indicaría que los sistemas nerviosos de los dos individuos también quedaron completamente fusionados. Esto demostró que, tras una sola noche, los dos individuos originales se convertían en uno sin separación aparente entre ellos.

En este sentido, Kei Jokura, uno de los autores e investigador de la Universidad británica de Exeter, reconoció que les sorprendió observar que la estimulación mecánica aplicada a un lado del ejemplar fusionado provocaba «una contracción muscular sincronizada en el otro lado».

Fusión exprés

Observaciones más detalladas mostraron que los ctenóforos fusionados tuvieron movimientos espontáneos durante la primera hora tras la cual el ritmo de contracciones de cada lóbulo empezó a sincronizarse más.

Al cabo de solo dos horas, el 95 % de las contracciones musculares del animal fusionado estaban completamente sincronizadas, indican.

A continuación, observaron que el aparato digestivo de los dos animales también se había juntado. De hecho, cuando una de las bocas ingirió un camarón –marcado con un color fluorescente–, las partículas de alimento se abrieron camino a través de un intestino fusionado. Así, apuntaron que animal expulsó el desecho de alimento por ambos anos, aunque no al mismo tiempo.

Aunque ya han dado un gran paso, los investigadores quieren seguir investigando para desentrañar los mecanismos moleculares tras la fusión de los dos individuos de medusa peine, ya que, estos análisis son fundamentales para lograr avances médicos en humanos.

comentarios
tracking