El telescopio James Webb descubre el primer 'mundo de vapor' conocido
Los descubrimientos que realizan las múltiples herramientas de las que disponemos actualmente para observar el espacio exterior son sorprendentes. El telescopio James Webb, construido y operado conjuntamente por la Agencia Espacial Europea, la Agencia Espacial Canadiense y la NASA, ha hecho numerosas aportaciones del universo que nos rodea desde su lanzamiento en 2021.
La última: un exoplaneta considerado un «mundo de vapor». Su nombre es GJ 9827d y se encuentra más allá de nuestro sistema solar. Su atmósfera está compuesta casi íntegramente de moléculas de agua caliente, tal y como han revelado los investigadores en un estudio publicado en la revista Astrophysical Journal Letters.
Según el astrónomo Ryan MacDonald, de la Universidad de Michigan en Ann Arbor, se está utilizando el término «mundo de vapor» para denominar a este planeta descubierto en 2017 y que se encuentra a 100 años luz de la Tierra, teniendo un tamaño aproximado del doble a nuestro planeta.
Sin embargo, conocer el tamaño y la masa de un planeta no es suficiente para determinar su composición. Para investigar las atmósferas de exoplanetas, los astrónomos analizan la luz estelar que atraviesa la atmósfera del planeta cuando este transita frente a su estrella madre.
MacDonald y su equipo utilizaron el telescopio espacial James Webb para observar dos de esos tránsitos del exoplaneta GJ 9827d en noviembre de 2023. Anteriormente, el telescopio espacial Hubble había hecho observaciones similares, detectando señales de moléculas de agua en la atmósfera del planeta. No obstante, esos datos no bastaron para determinar si la atmósfera contenía solo trazas de agua o si se trataba de un mundo completamente acuático.
La combinación de las observaciones de ambos telescopios confirmó de manera clara que la atmósfera de GJ 9827d está compuesta casi exclusivamente por agua. A una temperatura aproximada de 340 °C, toda esa agua estaría en estado de vapor. «Se había teorizado sobre la existencia de mundos de vapor, pero esta es la primera evidencia observacional de que realmente existen», comenta MacDonald. «Me siento como un explorador de Star Trek».
Es posible que el planeta no tenga una superficie rocosa sólida bajo su atmósfera húmeda. A mayor profundidad, la presión extrema podría transformar las moléculas de agua en formas exóticas de materia, como fluidos supercríticos o hielo a alta presión, según MacDonald.
Aunque GJ 9827d no parece ser un candidato para albergar vida, su estudio es un excelente ejercicio para observar atmósferas de planetas que sí podrían ser habitables. «Es una prueba de que podemos detectar atmósferas densas», asegura MacDonald. «Estamos en el camino correcto hacia lo que buscamos en términos astrobiológicos».