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El nuevo plan para monitorear esta curiosa especie en peligro de extinción en las Galápagos

Científicos ecuatorianos han anunciado un programa de vigilancia de la población de iguanas rosadas del volcán Wolf

Científicos del Parque Nacional Galápagos (PNG) y de la organización Galápagos Conservancy anunciaron este viernes algunas conclusiones de un programa de vigilancia de la población de iguanas rosadas del volcán Wolf, en la Isla Isabela, la más grande y occidental de este archipiélago ecuatoriano. La Dirección del PNG, en un informe, detalló algunos aspectos del programa de «monitoreo integral» de la población de iguanas rosadas (Conolophus marthae), que busca conocer sobre la ecología de este reptil incluido en la lista de peligro de extinción de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

El estudio de la población de las iguanas rosadas, únicas en el mundo, forman parte de un Plan de Conservación 2022-2027 y cuyas actividades de vigilancia se efectúan mediante expediciones trimestrales a las áreas remotas donde habitan las especies. En la última expedición, los científicos han identificado ocho iguanas rosadas, entre ellas cinco hembras, dos machos y un indeterminado (juvenil), de una población que se estima en 300 individuos.

«Aunque los adultos observados se encontraban en buen estado, la ausencia de juveniles y neonatos es un indicador de atención para el fortalecimiento de las acciones de conservación, específicamente en el control de especies introducidas invasoras en el hábitat de la iguana rosada», añadió la fuente. La expedición también vigiló «otras especies clave» y se han registrado «55 iguanas amarillas, incluidos neonatos, así como individuos de tortugas gigantes (Chelonoidis becki), cuyos patrones de actividad y estado físico fueron examinados para comprender mejor su dinámica poblacional y desafíos que enfrentan».

Los resultados del estudio «permitirán ajustar las acciones, a fin de garantizar el reclutamiento de nuevos individuos de iguana rosada», añadió el PNG en su informe. La expedición también ha permitido a los científicos revisar los sensores de temperatura instalados en el volcán Wolf, una información considerada determinante para identificar las mejores áreas para la anidación de los reptiles.

También se ha revisado una red de «cámaras trampa» instaladas en el lugar para «describir las interacciones entre las especies y temporadas de mayor actividad en las diferentes zonas del volcán». Asimismo, los pluviómetros instalados en la zona, cuyo objetivo es obtener información que permita emprender acciones para «recuperar la población de iguanas rosadas y minimizar las presiones externas que por ahora existen en su hábitat, como las especies invasoras».

Las Galápagos, situadas a unos mil kilómetros al oeste de las costas continentales de Ecuador, son consideradas un laboratorio natural que llevó al científico inglés Charles Darwin a desarrollar su teoría sobre la evolución y selección natural de las especies. En el ecosistema de la Reserva Marina de Galápagos se han reportado más de 2.900 especies existentes, de las cuales el 25 por ciento son endémicas. También, hay 24 especies de mamíferos marinos como ballenas, delfines y lobos marinos de las cuales dos son endémicos.