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Reacreación de un asteroide cerca de la TierraIAC

Adiós a la segunda luna de la Tierra: esta es la fecha en la que regresará

La observación de objetos como 2024 PT5 no solo ayuda a entender mejor los asteroides cercanos a nuestro planeta, sino que también ofrece pistas sobre los procesos que moldearon nuestro sistema solar

El pasado 25 de noviembre, el asteroide 2024 PT5, conocido como «segunda luna», dejó de orbitar la Tierra, marcando el final de un fenómeno astronómico extraordinario. Este pequeño cuerpo celeste se convirtió en un objeto clave para los científicos que estudian las interacciones entre la Tierra y los asteroides cercanos, proporcionando valiosa información sobre sus trayectorias y posibles orígenes.

Desde finales de septiembre, 2024 PT5 quedó temporalmente atrapado por la gravedad terrestre, describiendo una trayectoria en forma de herradura en lugar de completar una órbita completa. Este comportamiento lo llevó finalmente a alejarse hacia el cinturón de asteroides Arjuna, una región donde los objetos tienen órbitas similares a la de la Tierra.

Un análisis reciente sugiere que el asteroide podría ser un fragmento de la Luna desprendido por un impacto en el pasado remoto. Investigaciones realizadas por expertos de la Universidad Complutense de Madrid indican que la composición química de 2024 PT5 coincide con muestras recolectadas durante misiones lunares, lo que refuerza esta hipótesis. Este vínculo lo relaciona con otros objetos de probable origen lunar, como el asteroide Kamo’oalewa.

Próximos encuentros

El asteroide 2024 PT5 volverá a acercarse a la Tierra en enero de 2025, cuando pasará a una distancia de aproximadamente 1,7 millones de kilómetros. Más adelante, en noviembre de 2055, se acercará a unos 45 millones de kilómetros, y en mayo de 2084 llegará a su punto más cercano, a solo tres millones de kilómetros.

Estos encuentros futuros representan una oportunidad única para los astrónomos, que podrán estudiar al asteroide con mayor precisión mediante telescopios terrestres y radares avanzados. Los análisis podrían arrojar nuevos detalles sobre su composición, dinámica orbital y posible conexión con la Luna, consolidando su importancia en el ámbito de la investigación astronómica.

La observación de objetos como 2024 PT5 no solo ayuda a entender mejor los asteroides cercanos a la Tierra, sino que también ofrece pistas sobre los procesos que moldearon nuestro sistema solar y la relación entre la Tierra y su satélite natural.