La comunidad científica no da crédito: descubren una grieta marina que podría cambiar lo que conocemos del planeta
El impacto de esta grieta se extiende al Cinturón de Fuego del Pacífico, una de las regiones con mayor actividad sísmica y volcánica del mundo
El océano sigue desentrañando miles de misterios para la humanidad, especialmente en sus profundidades. En las últimas semanas, un grupo de científicos ha detectado un fenómeno pocas veces visto actualmente. Se trataría de una enorme grieta submarina situada en el océano Pacífico. Este descubrimiento no solo es novedoso por encontrarse a una gran profundidad, sino porque podría revelar nuevos avances en la compresión que tenemos de las placas tectónicas. En concreto, esta grieta se extendería miles de kilómetros bajo el agua. Tal como revela el estudio, este fenómeno podría evidenciar dar nuevos detalles sobre la rigidez de las placas, que sería más frágiles de lo que nos imaginamos.
La investigación se pudo llevar a cabo debido a distintos análisis de las mesetas oceánicas de Ontong Java y Shatsky, situadas en el Océano Pacífico, en las cuales se han podido ver distintos fenómenos de debilidad en su amplia estructura. Como es de imaginar, este descubrimiento hace que nos planteemos distintas cuestiones sobre cómo están compuestas dichas mesetas y placas y de cómo avanzarán con el largo paso de los años.
Por lo tanto, el descubrimiento no solo es relevante para la zona en la que se ha ejecutado la investigación, sino que cambiaría por completo nuestra percepción de todos los procesos tectónicos en nuestro planeta. Tal como han detallado los autores del estudio, estos signos de estrés en las placas podrían estar relacionados con la creación de nuevas zonas de subducción. Este proceso tiene lugar cuando una placa se hunde bajo otra o cuando tiene lugar la formación de montañas submarinas.
Implicaciones en nuestro planeta
El impacto de esta grieta –la cual se extiende en la zona que se atribuye al Cinturón de Fuego del Pacífico–, estaría situada en una de las zonas con mayor actividad sísmica y volcánica del mundo. Esta localización afecta a Japón, Nueva Zelanda, Chile o EE.UU. entre otros países. Por ello, en el caso de que estas placas no sean tan rígidas como se pensaba, a largo plazo este debilitamiento podría equivaler a nuevos elementos sísmicos y/o volcánicos en el futuro.
Los investigadores concluyen que este reblandecimiento de las placas podría ser algo habitual, por lo que no conllevaría un riesgo a tener en cuenta para los países situados sobre el Cinturón de Fuego.
Finalmente, este hallazgo pone de manifiesto nuevas informaciones sobre las placas, que serían más vulnerables de lo que se ha podido ver en las distintas investigaciones realizadas. De igual manera, el estudio pone de manifiesto la necesidad de ahondar aún más en la materia ante la perspectiva de cambios geológicos importantes en zonas y regiones en la que conviven millones de personas.